Por. Carroll Dunham, M.D. Newburgh, N. Y.
(The American Homoeopathic Review vol. 01 no. 01, 1858, paginas 23-26)
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G. W. W. de 17 años de edad, pequeño, pero bien proporcionado, y de buena constitución, sano desde su noveno cumpleaños, ha estado sordo desde que tenía 4 años de edad. Cuando tenía tres años de edad tubo una enfermedad eruptiva en todo el cuero cabelludo, la cual después de resistir durante todo un año los métodos más suaves de tratamiento alopático finalmente la hicieron desaparecer de la siguiente manera:
Una tapa de alquitrán se coloco sobre la cabeza y cuando finalmente se adhirió a las costras fue violentamente arrancada. Las costras se vinieron con ella, dejando todo el cuero cabelludo rojo e irritado. Esta superficie irritada se humedecía con una solución saturada de nitrato de plata. La erupción no volvió a aparecer pero a partir de ese momento el niño quedo sordo.
La condición del joven ahora excita la solicitud ferviente de sus amigos, ya que es incapaz de moverse en sociedad, o de obtener una posición en sus negocios, a cuenta de su
sordera, y esto ha producido un mórbido estado mental. “El se cierne sobre su enfermedad, y se recluye incluso de su propia familia.”
Bajo estas circunstancias, aplica a mí para ser curado de su sordera. Su condición presente es la siguiente:
El es incapaz de escuchar una conversación normal y nunca ha escuchado un sermón en su vida.
Un ruidoso reloj de palanca puede ser escuchado a una distancia de 3 1-2 pulgadas de cada oído. Al aplicar el reloj sobre la frente o a los dientes lo escucha claramente.
Ocasionalmente zumbidos enfrente de los oídos.
Un examen físico de sus oídos revela la siguiente condición:
El meato externo tiene abundante cera blanda, normal.
La membrana del tímpano es de color blanco, opaco y evidentemente espeso.
Cuando el paciente intenta inflar el oído medio (que lleva acabo con gran dificultad mediante el cierre de ambas boca y nariz y haciendo una espiración forzada) la membrana del tímpano se vuelve ligeramente convexa, y es imposible distinguir sus vasos sanguíneos dilatados. Ha habido evidentemente un depósito en la sustancia de la membrana.
Al examinar la garganta parece que el orificio de la trompa de Eustaquio esta libre.
Febrero 3 1857. El paciente recibe un polvo conteniendo tres polvos de Mezereum 30 que deben tomarse al retirarse.
Febrero 24. Cree que escucha mejor “Cada sonido parece más fuerte que antes.” Escucha mi reloj a una distancia de 4 1-2 pulgadas del oído derecho y 4 1-4 del oído izquierdo. (Sac Lac).
Marzo 1. No ha mejorado durante la última semana. Mez 30. 3gl.
Marzo 27. Escucha mi reloj con el oído izquierdo a 6 1-2 pulgadas y con el oído izquierdo a 7 pulgadas. (Sac Lac).
Abril 20. Escucha mi reloj con el oído derecho, a una distancia de 10 pulgadas y con el izquierdo a una distancia de 14 pulgadas. Escucha una conversación ordinaria fácilmente con atención. (Sac Lac).
Septiembre 28. Ha estado mejorando de manera constante hasta hace tres semanas, cuando ensórdese mas de nuevo, sin causa aparente, Mez 30, 3gl. Al retirarse.
Enero 26 1858. Escucha mi reloj a una distancia de 14 pulgadas del oído derecho y 24 pulgadas del oído izquierdo. La sordera regresa cuando se expone al frio pero desaparece con el frió. Mez. 30, 3 gl., al retirarse.
Marzo 19. Para su sorpresa, al ir a la iglesia aunque sentado hasta el extremo de un edificio muy grande escucho claramente todo el sermón – por primera vez en su vida. A la exploración física se encuentra que la membrana del tímpano ha desaparecido y su elasticidad ha aumentado sensiblemente.
Mayo 24. El paciente me escribe que ha obtenido, sin dificultad un puesto en una tienda, y que ya no es consciente de estar sordo. Su único problema es que tiene la reputación de estar sordo y todo mundo le grita. “Su padre escribe que la audición de su hijo está completamente restaurada.”
Observaciones:
El éxito del tratamiento recurrido en este caso, amerita algunos comentarios sobre su razón de ser.
Aquí nos encontrábamos con un caso que presentado al médico aparentemente no había nada en que basar una prescripción. Había una espesa membrana en el tímpano, nada más, el engrosamiento probablemente se había realizado hace años. Aquí había una condición anatómico patológica, pero ningún proceso patológico y en consecuencia no hubo funciones realizadas anormalmente. O en otras palabras no había síntomas de la enfermedad – en las que basar las indicaciones para el tratamiento. La condición anatómico patológica no arrojaba certeza sobre el proceso patológico que se había producido – al igual que el conocimiento de una ciudad a la que un viajero a llegado no da una pista certera sobre el camino por el cual llego a ella.
Pero como Hahnemann aconsejo a sus estudiantes, “la historia de un caso es a menudo de gran importancia al determinar el tratamiento.” En el caso ante nosotros la coincidencia entre la eliminación violenta de la enfermedad eruptiva del cuero cabelludo por el nitrato de plata y la aparición de la sordera, era tan marcada como para hacer caso omiso.
Esta afección perturbada en su localización sobre el cuero cabelludo se había transferido a si misma a los tejidos del oído. Más aun se me había ocurrido a mí que ya que en esta última localización no había indicios suficientes para una prescripción podría encontrar tales indicaciones en el fenómeno de la localización anterior sobre el cuero cabelludo. En consecuencia me dirigí a conseguir una imagen completa de esta afección, que había desaparecido trece años antes. Por suerte la madre del paciente poseía una muy buena memoria y unos excelentes poderes de descripción, y de ella aprendí que “Gruesas costras blanquecinas, duras y casi calientes cubrían todo el cuero cabelludo.” Había fisuras en las escamas a través de las cuales a la presión exudaban un suave pus amarillo, muy ofensivo. Había gran comezón y una disposición a arrancar con los dedos especialmente problemático por la noche.
El remedio que corresponde más de cercas en su patogenesia, con el grupo de síntomas anterior es sin duda Mezereum. En la introducción a la experimentación a la patogenesia de la droga en las enfermedades crónicas Vol. IV, Hahnemann lo recomienda para erupciones húmedas del cuero cabelludo. En la experimentación en el Archiv Vol. IV, muchos síntomas apuntan a una erupción similar, prurito especialmente por la noche pero el grupo de síntomas concluyentes patogénicos es el siguiente a partir de una nueva experimentación de Mezereum por el difunto Dr. Wahle de Roma, de los cuales el manuscrito me fue mostrado por su hijo el actual Dr. Wahle:
“Cabeza cubierta con una piel delgada como costra, bajo la cual pus blanca espesa, se acumula aquí y allá, y el pelo se pega junto, a la cabeza, costras blancas elevadas irregulares en las que la pus se acumula en gran cantidad y se hace ofensiva y cría de animales dañinos. El niño se rasca la cara y la cabeza por la noche y continuamente se arranca las costras.”
El parecido entre estos grupos de síntomas fue tan sorprendente que Mezereum fue seleccionado, como el remedio para este caso de sordera, justo como si la afección del cuero cabelludo estuviera aun en su forma original, y fue el objeto inmediato de prescripción.
No pocas veces ocurre que somos llamados a prescribir para los que parecen más bien los resultados de las acciones morbosas, que las enfermedades activas--- en tales casos parece que a menudo podemos basar con éxito una prescripción sobre los síntomas de una condición de enfermedad que ya no existe pero que forma en realidad una parte del caso.
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