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Sobre la alternancia de remedios.

Foto del escritor: Fank Nava Fank Nava

Por. Adolph Lippe M. D.

(The Hahnemannian Monthly Vol. 1)



Este tema ha interesado a la profesión desde hace algún tiempo, y de nuevo llama nuestra atención debido a un artículo en la revista mensual “Homeopathic Review” Vol. 9, No. 7, pagina 430.



Considerando que esta cuestión es de vital importancia proponemos mantener un articulo permanente sobre el tema en esta revista, hasta silenciar a la oposición, y no solo eso sino que silenciados por la convicción de que su concepción de la cuestión es errónea; o de su nuevo plan elegido de establecer cuestiones por mero gusto, ignorando negativamente lo que se dice.



En la curación de los enfermos, primero nos dirigimos hacia los síntomas que aparecieron al último, como los guías más importantes en la selección del remedio, y como se muestre el desarrollo progresivo de la enfermedad; (así también, al tratar de curar, los homeópatas de la herejía antes mencionada); tomamos primero el último artículo de la revista mensual Homeopathic review, de Julio 1865, Y si no hay razones más avanzadas en la defensa de esta deplorable perversión dentro de la homeopatía , regresamos a la página 278, de la misma revista, donde se encuentra la admirable dirección del Dr. Quinn, en la asamblea anual de la sociedad homeopática Inglesa en Junio 1864; después nos encontramos con el Dr. Drysdale, con su dirección anterior hablando sobre el mismo tema, y cita lo que Hahnemann enseño sobre este asunto; cuando la historia de esta herejía finalmente se declara.


El escritor[1] del artículo anterior se refiere; dice, “En la American Homeopathic Review[2] de Febrero 1865 es un ensayo por el Dr. Hawley sobre la alternancia de remedios que muestra la cuestión con un espíritu eminentemente práctico.”--- La inferencia que naturalmente debe trazarse de esta observación preliminar, es que la revista, American Homeopathic Review, por la publicación de este ensayo también lo respalda. Qué extraño que no se diga ni una sola palabra sobre las “Observaciones” muy capases de los editores de dicha revista. Estas “Observaciones” sin duda no pueden haber escapado a la atención del lector, ya que cubren el doble de páginas del ensayo. El editor de American Homeopathic review, en la publicación del ensayo del Dr. Hawley, ha sido liberal hasta el extremo, y se merece el mantener sus “Observaciones” Ignoradas.



El editor dice, en su observación introductoria “American Homeopathic review, Vol. 5, N. 8, página 341, Nosotros publicamos con un inmenso placer artículos que, como el anterior, a pesar de que parecen favorecer una práctica que despreciamos, son sin embargo expresiones honestas de convicciones sinceras de hombres de observaciones cerradas y fieles al estudio.”



¿A caso podría el editor de “The American review” haber mostrado más cortesía a su colaborador? O ¿Podría haber expresado con mayor claridad su disensión, que al decir que desaprueba esta práctica?



Si la pregunta en cuestión ha de discutirse con franqueza y abiertamente ¿Por qué recurrir a tales tergiversaciones? El expuesto continuo con rapidez y el lector de observación sincera debe necesariamente concluir que las “observaciones” fueron “ignoradas” al principio, ya que refutaban el ensayo completo, y en segundo lugar; porque, ellos mismos fueron incapaces de contestar.

En controversia el grupo que tiene la verdad de su lado es siempre justo y liberal, porque puede darse el lujo de así serlo, pero el otro lado, el grupo cuyo objetivo es hacer que lo peor parezca lo mejor, tiene que recurrir necesariamente a injusticias, y así convertirse en libre. Esto no nos impedirá el exponer el error y defender la verdad.



El Dr. Hawley comienza sus observaciones, con estos comentarios:



“Es la gloria peculiar del sistema médico homeopático, que reconociendo la incapacidad del hombre para trazar o para entender los procesos de la naturaleza, se base no en teorías, sino como en otras ciencias naturales, en hechos como se observan en el mundo del hombre.”



Esta frase parece muy buena, pero ¿Soportara un examen crítico?



La distinción de hecho y teoría es solo relativa. Eventos y fenómenos considerados como datos, que pueden relacionarse por inducción son hechos, considerados generalidades ya obtenidos por la relación de otros hechos, que son teorías. El mismo evento o fenómeno es un hecho o una teoría, conforme a lo que se considera como de pie en uno u otro lado del soporte inductivo.



Las teorías que son verdaderas son hechos. Tomando la definición de hechos como el Dr. Hawley la entiende, el está en lo correcto, y la historia de la homeopatía demuestra que es así. El primer hecho fue sin duda la exposición de Hahnemann de los errores de Cullen, en su teoría de Cinchona; el segundo hecho fue la experimentación de Cinchona en el individuo sano; y el tercer hecho fue que Cinchona solo curaba únicamente los casos de fiebre intermitente semejantes a sus síntomas característicos aquellos producidos en el hombre sano cuando consumía Cinchona. Estos tres hechos dieron lugar a la suposición de que la ley de la curación dependía del conocimiento de la enfermedad por los síntomas característicos desarrollados en cada caso individual; y en el conocimiento del remedio a aplicar para la curación del paciente; ese conocimiento obtenido por medio de experimentaciones previas en el hombre sano. Si estos hechos son verdaderos, ¿Cómo podemos abogar por la administración de Cinchona y Arsenicum alternados en la curación de una fiebre intermitente, como lo hace el Dr. Hawley? Y más aun el Dr. Hawley continúa “El resultado de esta peculiaridad es una total libertad de opinión y critica.” El Dr. Hawley afirma que un sistema basado en hechos (teorías) le da la libertad (de?) critica y de (para la?) Opinión.



Critica – es la ciencia de la facultad de la razón pura, o la investigación de lo que la razón, independientemente de la experiencia, es capaz de saber efectuar; y se opone al dogmatismo.



Opinión – vide, Edinb. Review, Abril 1850, página 311, se han hecho propuestas para descartar del uso filosófico estas expresiones ambiguas, y para separar el conocimiento, de acuerdo a sus fuentes, en cuestión de percepción y materia de inferencia; y como una división transversal en relación con nuestra convicción en materia de certeza y materia de duda. El Dr. Hawley continua “Libera a sus discípulos de todos los dogmas, simplemente les pide mirar y ver.”



Es decir; un sistema basado en hechos libera s sus discípulos de todo dogma.



Si por hechos, el Dr. Hawley entiende los fenómenos, la frase no tiene ningún sentido, ya que los fenómenos no pueden formar la base de un sistema; pero los sucesos y fenómenos considerados como datos que pueden relacionarse por inducción son hechos; considerados como generalidades ya obtenidos por coligación de otros hechos, que son teorías. El Dr. Hawley afirma la libertad de todos los “dogmas.”



El señor Bacon dice; “Los filósofos pueden dividirse en dos clases, los empíricos y dogmaticos. Los empíricos como la hormiga se contentan con acumular y después consumir sus provisiones. Los dogmaticos como la araña, teje su telaraña de la cual el material se extrae de su propia sustancia, admirable por su delicadeza de mano de obra, pero sin solides o uso.”


Si entendemos por dogmatismo ambas proposiciones y todo lo que se recibe de la doctrina meramente por hábito, sin pensarlo o someterlo al examen, o en otras palabras por autoridad de otros, brevemente, (oposición a la investigación critica) y si esta definición de dogma es correcta. Yo no puedo ver dónde o cuando la homeopatía se vio afectada por ello.



Pero si el Dr. Hawley desea lo contrario (ejemplo) empirismo, entonces no puede ser homeópata, ya que ni el empirismo ni el dogmatismo son parte o pertenecen a la homeopatía. La frase anterior podría decirse más correctamente de esta manera.



“Un sistema basado en hechos que ha superado el criticismo y ha llegado al descubrimiento de leyes y principios naturales e inalterables (sobre los que la homeopatía ha sido fundada) no libera a sus discípulos de la necesidad o del deber de discutir los hechos o las leyes naturales que se deducen de los mismos, pero si excluye a aquellos que claman su nombre y rechazan sus principios.”



Además, el Dr. Hawley dice; “Un sistema basado en hechos simplemente pide a sus discípulos ver y observar.” ¿Ver qué? Y ¿Observar qué? Hechos, ¿Qué hechos? ¿Hechos sobre los que se basan los principios del sistema? O afirmaciones (observaciones) al número total de dos, con lo que controvertiríamos los principios fundamentales de un sistema basado en miles de observaciones, y en los hechos establecidos por ellos?



El Dr. Hawley continua, “Toma como principio, el principio de toda verdadera ciencia --- primero establecer los hechos.” Esta frase significa, sin duda, que el principio de toda verdadera ciencia es establecer primero los hechos.

El Dr. Hawley pudo haber tenido la intención de decir que el fundamento de todo verdadero arte depende primero de establecer los hechos, pero el establecimiento de los hechos por sí solo no constituye la verdadera ciencia.



Más aun, la homeopatía es “El arte de curar.” Ciencia y arte difieren; la ciencia nunca se compromete como el arte lo hace en la aplicación productiva. La ciencia es una colección de verdades, arte un cuerpo de reglas o direcciones para conducirse. La ciencia toma conocimiento de un fenómeno y se esfuerza por descubrir su ley.



Además, el Dr. Hawley dice; “Estos (hechos) una vez fijados cualquier teoría que perfectamente los describa es buena.” El Dr. Hawley descubrirá por las definiciones anteriores que está en un error; si no fuera así la frase no sería aplicable al caso, ya que solo relaciona dos observaciones y ciertamente no constituyen hechos fijados.



¿Qué es entonces su teoría y como se representa perfectamente para ellos para que sea buena?



La revista mensual Homeopathic review, continua, en la página 431, el Dr. Hawley procede a declarar ciertos hechos que han ocurrido en su práctica, que le han demostrado a él que la alternancia de remedios no es solo admisible, sino que hay casos que solo pueden curarse por medio de la alternancia.” La revista desea mostrar, admitiendo la declaración de las dos observaciones, que a la alternancia se debe recurrir, y que por la alternancia solamente se puede lograr una curación. Pero fallan al demostrarlo, ya que lo que todos los hechos del caso muestran es que el Dr. Hawley se desvía del principio homeopático de la simplicidad y del remedio único, y que sus pacientes (dos) se recuperaron. --- Suponiendo que un medico declara que ha tratado un caso de neumonía administrando BISMUTH, SELENIUM, Y CROCUS SATIVUS, en dosis homeopáticas, y que su paciente gradualmente empeora; creerá el que es admisible recurrir a la sangría; ¿Sería lógico para el admitir que esos casos solo pueden curarse por medio del tratamiento que se vio obligado a recurrir?

El Dr. Hawley procede a declarar ciertos hechos. En el primer caso menciona uno de tisis y metritis crónica. No da síntomas, trata este caso con Sulphur, Calcarea carb, Silicea, Graphites, pero no da indicaciones de porque elige esos remedios. El caso no mejora. Al fin da Belladona y Bryonia en alternancia. El alivio de todos los síntomas viene pronto decidido y continuado. ¿Es esta una curación?



En otro caso, de fiebre intermitente en el que ni arsenicum ni china dados solos, mejoraron, la alternancia de las dos medicinas indujo una curación inmediata. El Dr. Hawley pregunta; ahora ¿Qué podemos decir de tales hechos? Antes de que los hechos puedan ser desechados debemos tenerlos; lo que el Dr. Hawley nos brinda son meros contornos, debe obligar a creer a la profesión dándoles una idea de este raro caso de fiebre intermitente y citar los síntomas con precisión como los verdaderos homeópatas están acostumbrados a hacerlo. La elección entre arsenicum y china es tan fácil; y sus características tan bien conocidas que la imaginación más viva no puede imaginar un caso en el que ambos remedios puedan confundirse.



Hahnemann tan pronto como en 1825, dijo en el prefacio a China en el tercer volumen de la Materia Medica Pura, pagina 119,[3]



“Toda sustancia medicinal recomendada para la curación de la fiebre intermitente tiene su propio efecto medicinal sobre el organismo humano, que difiere de todas las otras sustancias medicinales conocidas, de acuerdo a las leyes naturales, eternas e inmutables. Por la voluntad del creador fue ordenado que cada sustancia medicinal individual difiera así externamente (en apariencia gusto y olor) como también aun mucho más en sus propiedades internas o dinámicas; de manera que seamos capases por esta diferencia en los efectos de obtener toda posibilidad de curación entre los varios casos innumerables de enfermedad que difieren entre sí, etc.” En la pagina 147 Hahnemann señala clara y distintivamente los síntomas característicos de las fiebres intermitentes de China; en su nota al pie de página donde dice;



“La sed viene solo después de el escalofrió, no hay sed durante la fase de calor, y la sed se presenta después de la etapa de calor.



En la página 148, Hahnemann prosigue a enumerar los síntomas característicos de Cinchona; cosa que nuestro limitado espacio impide repetir de nuevo; también nos abstendremos en el presente de trazar un paralelo los síntomas febriles de China y Arsenicum, pero lo haré cuando el espacio lo permita.



Basta con decir que difieren tanto, que solo podemos llamar la atención del lector en primer lugar a la sed que acompaña a la fiebre caracterizada por el mismo Hahnemann bajo China. Arsenicum difiere tanto en lo particular, que esta sola condición concomitante, traza una línea distintiva entre los dos. Entonces, por lo menos en lo que se refiere a la sed, (lo que requerían para haber sido iluminados) La revista continúa:



“Estamos de acuerdo con él, (Dr. Hawley) que tenemos que aceptar los hechos, cuando los encontramos, y debemos ajustar nuestras teorías a los hechos en lugar de intentar “Disputar” la valides de las curaciones; porque se dieron bajo circunstancias que sacuden nuestras ideas preconcebidas.”



Sería bueno que la revista, respondiera unas cuantas preguntas.



¿Las opiniones preconcebidas son la base de la homeopatía?



¿Los principios fundamentales aceptados por los homeópatas permiten alguna duda?



¿Son acaso principios fundamentales, teorías?

¿La homeopatía descansa sobre principios fundamentales (LEYES NATURALES) o en las teorías?



La revista Inglesa, continua;



“Aquellos que la combaten (la alternancia de remedios) a razón de que se opone a la práctica Hahnemanniana, caen en un grave error, en la introducción de Belladona, en su materia medica pura, el aconseja la alternancia de aconitum y coffea en la erupción purpura, con estas palabras; Aconitum y Coffea deben ser dados alternadamente en cada 12, 16, o 24 horas en proporción a como uno o el otro remedios sean indicados.”



La cita anterior está de más, a conveniencia del autor y con la idea de excusar sus errores. ¿A caso no se puede encontrar otra cita que hable del remedio único? Y ¿Si es autoridad en este sentido porque no en todos? ¿Por qué torturarlo para decir lo que nunca tuvo intención de decir, lo que aborrecía, detestaba, y denunciaba? Lo que Hahnemann quiere decir en esta ocasión puede encontrarse en el primer volumen de su Materia Medica pura, en la página XV, en una nota al pie de página que dice así:



“La erupción purpura, es una enfermedad totalmente diferente, y requiere de un tratamiento diferente. En este caso Belladona es naturalmente de ningún beneficio, y lo otro, fuera de mano (charlatanería) causaría la muerte de la mayor parte de los enfermos mientras que todos podrían curarse por la administración alternada de Aconitum y la tintura de Coffea Cruda; el primero para la cabeza, el aumento de la inquietud, y la ansiedad agonizante, el ultimo, para los agudísimos dolores con disposición malhumorada. El Aconitum a la trigésima potencia del jugo, y la tintura del café crudo en la millonésima dilución, ambos en la más pequeña porción de una gota como dosis, cada 12, 16, 0 24 horas, el uno o el otro, justo como el uno o el otro deban ser indicados.” Hahnemann público esta nota en 1830, y debe suponerse que él nunca esperaba que en ningún momento, alguien pudiera ser tan arrogante como para omitir las indicaciones características de Aconitum, y Coffea, y sobre todo la tortura de que la tomen como evidencia de que él quiso decir o hubiera querido decir que la practica imprudente de la alternancia de remedios era válida; tan completamente opuesta a los principios fundamentales de la homeopatía, así como sus enseñanzas generales.



La revista dice más adelante; “La experiencia ha demostrado abundantemente que la alternancia de remedios apresura la curación.”



¿Dónde están las estadísticas?



Y ¿Acaso no ha sido admitido por los grandes en Inglaterra el presente modo de practicar es menos exitoso que el de Hahnemann y sus discípulos?



La experiencia de este lado ha demostrado en abundancia que la alternancia de remedios reduce el número de curaciones y donde quiera que se practique desacredita a la homeopatía.



Más aun la práctica de administrar un solo remedio en una sola prescripción ha sido establecida firme y permanentemente por hombres que cumplen estrictamente las enseñanzas de Hahnemann, y nunca alternaban a priori, no solo aquí sino en todas partes, y en la misma proporción en la que esta práctica va en aumento, también los adherentes de la homeopatía aumentan y viceversa.



La revista Inglesa, al concluir estas pocas observaciones, dirige la atención del lector al admirable papel sobre “la alternancia de remedios” en el tercer volúmenes de los anales de la sociedad homeopática donde el Dr. Drysdale sarcásticamente comenta, “Casi todos los homeópatas objetan la alternancia, pero todos ellos sin objeción lo hacen en la práctica bajo un nombre u otro.”



La primera parte de la frase es correcta, la segunda es falsa por hechos. Todos los que alternan a priori, no son homeópatas (por hecho), violan los principios fundamentales del sistema. Probare esta proposición cuando regresa a las observaciones del Dr. Drysdale.

En nuestro siguiente numero nos detendremos primero en un más agradable e instructivo tema las direcciones muy capases pero no causticas del Dr. Quin sobre el mismo tema, ante la misma sociedad un año después.

[1] El nombre del editor aun no ha aparecido, pero no puede ser nadie más que el Señor Pope, que puede escribir en ese estilo. [2] Revista mensual. [3] Página 30, et seg. Vol. 2, Am. Ed. 1846.

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