THe Organon Journal
A Quaterly Anglo-American Journal of Homeopathic Medicine and Progresive Collateral Science.
Abril, 1879, Vol II
Por: Adolph Lippe M. D.
(Continuación del volumen I, pagina 279).
Caso I. Pleuresía Belladona.
El 13 de octubre de 1878, fui convocado temprano por la mañana a ver a la señorita T. de 36 años de edad, que había estado enferma toda la noche con dolores violentos del lado derecho del pecho y abdomen, dolores muy agudos, con, primero nausea y vómitos agrios, después vómitos de bilis; dolor de cabeza punzante violento; pulso lleno y duro 120 por minuto; orina disminuida, obscura y clara; sed moderada; piel seca.
Agravación del dolor al moverse y cuando se acuesta sobre el lado derecho dolorido; mejoría cuando se sienta y se inclina hacia adelante. Una dosis de Belladona CM (Fincke) se administró a las 9 am.
El dolor disminuyo rápido, el vomito ceso, la fiebre se mantuvo mas intensa de las 4 pm a las 6 pm cuando la transpiración comenzó, ella fue capas de acostarse, dormir bien, y fue capaz de sentarse a la mañana siguiente sin tanto dolor, no tomo más medicina y ya el 15 de octubre estaba bien.
COMENTARIOS - la elección del remedio estaba evidentemente entre Bryonia y Belladona; aunque la fiebre estaba alta y la piel seca Aconitum se encontraba completamente fuera de cuestión, ya que los síntomas característicos mentales de Aconitum no estaban presentes.
Evidentemente estaba presente una condición inflamatoria del hígado, pero la hepatitis no nos puede indicar por si sola un remedio, los dolores de Bryonia invariablemente son aumentados por el movimiento y son también mejorados por recostarse sobre la parte dolorida; los dolores de Belladona a menudo se incrementan por el movimiento, pero no mejoran, si no que empeoran al recostarse sobre la parte dolorida; todos los otros síntomas pueden encontrarse en ambas medicinas; solamente que Belladona tiene una mejoría en los dolores del abdomen cuando se reclina contra algo duro y por sentarse en una posición flexionada hacia adelante (similar a colocynthis).
La elección del remedio, por lo tanto, fue muy fácil, y solo requirió una dosis del remedio verdaderamente similar para que el paciente fuera curado.
Casi II, Tifo Abdominal. Rhus tox, Sulphur.
Un caballero de 45 años de edad, muy emaciado, de temperamento muy nervioso, solicito mis servicios.
Ha estado enfermo por siete días, y ha estado esperando a un médico quien dice practicar la homeopatía y ya que él ha estado siendo tratado de esta manera por muchos años, se le hizo raro que tenia que tomar en rápida alternancia dos remedios diferentes de mal sabor, se veían mal (de color), y tenían un muy mal efecto sobre él, tanto que decidió despedir a este médico.
Lo encontré con alta temperatura, pulso de 120 por minuto, pequeño y duro, piel muy seca, gran dolor en el abdomen, con flatulencias, movimientos en el abdomen, lengua obscura café y seca, cara sonrojada, mucho dolor de cabeza y nausea, estos últimos sufrimientos los atribuía a la medicina que tomaba; no había dormido por una semana y los polvos para dormir que el médico le había administrado parece que no habían surgido efecto. Mucha sed y mucha inquietud; tenia que cambiar su posición constantemente.
La orina obscura café y escasa. El caso era sin error uno de tifo abdominal, ese fue mi diagnóstico. Le di el 13 de diciembre de 1878, una sola dosis de Rhus tox CM (Fincke); de dieta, agua y leche y nada más por una semana, la noche siguiente durmió por unas horas; el pulso se encontraba en 82 la siguiente mañana, la secreción urinaria aumento; la lengua menos seca. Saboreaba la leche. Todos los síntomas mejoraron día a día, hasta el 21 de diciembre, cuando después de una prolongada inactividad de los intestinos despertó de su buen sueño y tubo de las 5 a las 10 am, cinco evacuaciones profusas, color arcilla y muy ofensivas. Una dosis de Sulphur CM (Fincke), se le administro, a la siguiente mañana tubo dos defecaciones flojas y después de no haber evacuado los siguientes tres días sus intestinos se regularizaron perfectamente.
El 27 de diciembre, el día 21 de su enfermedad, deseo más comida, después de una semana de convalecencia el hombre fue capas de caminar y fue a la playa, donde el aire salado le ayudo a recuperarse muy rápido y fue capas de regresar a sus ocupaciones y deberes habituales.
COMENTARIOS – se ha supuesto erróneamente que enfermedades como esta requieren de una medicación continua. Esto ciertamente no es necesario. En casi todos los casos de este tipo de enfermedad, una sola dosis del verdadero remedio homeopático actuara beneficiosamente por días y en casos moderados como el que he descrito, actuara por una semana. La medicación previa daño mucho al paciente, que empeoraba rápidamente bajo un tratamiento que causaba dolor y malestar.
Caso III, Obstrucción nasal y manos sudorosas, Sticta Pulmonaria.
Un actor de nota, llamo en diciembre, 1878 mientras que el, había gozado siempre de buena salud, ahora se quejaba de gran obstrucción nasal, que no solo no lo dejaba respirar, sino que había ocasionado que su voz cambiara. Él dijo:
“Por más que sueno mi nariz fuertemente, no logro nada, siempre siento como si debiera sonarme, pero solo sale muy poca agua, está peor de noche y no me deja dormir.”
Le di varias dosis de Sticta Pulmonaria CM (Fincke), a ser tomadas en intervalos pequeños.
Regreso en dos días y se reporto muy mejorado, pero ahora venia a ver si no podía ayudarlo con una constante transpiración de las manos tan severa que interfería con su comodidad. No podía usar un par de guantes que antes solía poner en sus manos.
Como el catarro nasal había mejorado mucho, no le administre ninguna medicina, sino que le dije que volviera después y me notificara la evolución de la transpiración de las manos. Desde entonces llamo varias veces y sus manos no volvieron a sudar.
COMENTARIOS – aquí hay un síntoma importante curado por accidente, por así decirlo, ¿debemos ignorar tales hechos? O ¿No debemos agregar a Sticta Pulmonaria dentro de los remedios que causan o curan la transpiración de las manos? Ya que nunca encontraremos un específico para la transpiración de las manos o de cualquier otra parte del cuerpo o un especifico para un solo síntoma o para nombres de enfermedades, debemos tomar nota de los síntomas nuevos que encontremos accidentalmente.
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