Por. Adolph Lippe. M. D.
(The American Homeopathic Review, 1865, Vol. 5 pg. 433-443)
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Las ramas específicas de la Materia Medica son:
Farmacografía (El conocimiento de la historia natural y propiedades físicas de las drogas)
Farmacología (El conocimiento de la colección, preparación y conservación de los medicamentos).
Farmacodinamia (El conocimiento y examen de las virtudes y los efectos de las medicinas) a la que podemos añadir en lo particular “Patognomia” la ciencia y arte del discernimiento de los grupos de síntomas.
No vamos en el presente, a tratar a lo largo la historia de la Materia Medica, desde Hipócrates, y Dioscórides, hasta nuestros días; podemos aprender muy poco mirando hacia atrás en los cambios continuos; dando evidencia de que la incertidumbre prevalecía, que la oscuridad fue seguida por oscuridad; debemos dejar la lectura de estos antiguos intentos cambiables e irrelevantes en una Materia Medica, para aquellos que les resulte divertido el habitar en las páginas de la antigüedad.
La Materia Medica Homeopática contiene dentro de sí, hechos primarios de principios fundamentales, sus leyes de desarrollo y aplicación práctica, en una palabra, la razón de su propia existencia.
Hahnemann encontró, traduciendo la Materia Medica de Cullen (entonces uno de los libros clásicos) que CHINA OFF. La quina, se decía ser un específico para la fiebre intermitente. Hahnemann que siempre había sido un claro observador y reflectante, de hechos, sabía que la quina había curado algunos casos de fiebre intermitente pero no otros; también sabía que causaba al paciente sometido a repetidas dosis de esta medicina el sufrimiento de otros tormentos que no tenía antes del tratamiento, sin haber curado la enfermedad original; se había dado cuenta de síntomas, en casos en los que la corteza peruana había curado fiebres intermitentes. Entonces él primero reflejo el modo que traería luz en esta oscura incertidumbre y decidió resolver la cuestión;
“¿Que determina una fiebre por Chinchona?” entonces el tomo un par de gotas de la tintura alcohólica pura de la corteza peruana mientras se encontraba en perfecto estado de salud, y he aquí que experimento síntomas muy similares a aquellos que había tenido hace ya años, cuando había sufrido de fiebre intermitente. De estos síntomas tomo nota por escrito, y comparándolos con otros casos que él había curado antes con Chinchona descubrió una gran similitud.
La experimentación de Chinchona fue la primera que realizó en él mismo, y los resultados de esta experimentación lo llevaron a trazar deducciones a las que nunca hubiera llegado sin haber realizado este experimento.
El no experimento, o la Chinchona no causo fiebre intermitente, sino que causo síntomas semejantes a los de esta forma de enfermedad y de esta observación trazo la única posible y verdadera conclusión de que si las medicinas cuando se toman en estado de salud son capases de crear síntomas similares a una forma de enfermedad (de la cual eran conocidas por curar a veces), estos síntomas producidos de esta manera en el sano, y los resultados de una experimentación voluntaria en un futuro indicarían las condiciones bajo las cuales estos medicamentos pudieran ser administrados para la curación de enfermedades que presenten los mismos síntomas, CON UNA CERTEZA NUNCA ANTES CONOCIDA.
Aquí Hahnemann obtuvo el conocimiento de las acciones dinámicas de las varias medicinas, por lo cual fue capaz de establecer la única ley de la curación, y este conocimiento acumulado le permitió dar al mundo una fiable y verdadera Materia Medica.
Este conocimiento fue obtenido por medio de la colección de los síntomas que habían ocurrido por medio de experimentaciones involuntarias, intoxicaciones, y por la experimentación voluntaria, al inicio, experimentando las drogas en crudo o bruto en comparativamente pequeñas dosis en el hombre sano, y después recolectando los síntomas curados, y por lo tanto verificando las primeras experimentaciones; mas adelante reunió los síntomas nuevos que aparecieron, que no estaban presentes antes de la administración de una medicina, así como también los síntomas que desaparecieron simultáneamente bajo la acción curativa de la medicina sin ser conocidos a esta última clase; pero pocos fueron incorporados a la Materia Medica y solo después de repetidos experimentos fue que se verifico su fiabilidad.
Durante las progresivas experimentaciones, se descubrió que algunas sustancias, como Carbo veg, Natrum mur, Lycopodium, y Silicea, desarrollaban pocos sino es que ningún síntoma cuando son experimentadas en su estado crudo o en bruto. Era conocido de Carb veg que esta sustancia cuando se administraba por su conocido poder químico de destruir olores pútridos, como por ejemplo, cuando se aplicaba a ulceras viejas y pútridas o en el aliento pútrido, el alivio en ambos casos era casi instantáneo, también cuando se tomaba internamente en grandes cantidades, a la vez corregía el olor pútrido de las evacuaciones disentéricas, el efecto siendo solamente químico, las ulceras de olor pútrido volvían con su mal olor tan pronto como la aplicación cesaba, el aliento olor pútrido volvía cuando no se limpiaba mas la boca con el poder del carbón, las evacuaciones disentéricas solo eran momentáneamente desprovistas del olor ofensivo; por lo tanto no existía una curación.
El carbón de esta forma, en su estado crudo, en grandes cantidades, no puede, y no produce ninguna alteración en las sensaciones, no tiene ningún efecto medicinal o curativo y no produce ningún síntoma. Pero si el carbón es triturado sin ninguna sustancia medicinal como el azúcar de leche, y elevado a la tercera o más alta potencia, esa potencia ocasionará un cambio en las sensaciones, y los síntomas obtenidos por la experimentación de estas potencias ahora nos guiaran en la administración de este invaluable remedio. Las experimentaciones del carbón en una potencia, fueron seguidas por experimentaciones de otras medicinas en potencias, y los síntomas obtenidos también fueron incorporados a la Materia Medica por Hahnemann.
Más curaciones se realizaron, mas certeza se obtuvo de la exactitud de todas las experimentaciones, y todas estas observaciones fueron recopiladas, y Hahnemann eventualmente nos dio seis volúmenes de su Materia Medica Pura, y cinco volúmenes de sus “Enfermedades Crónicas.”
Experimentaciones subsecuentes por los seguidores de Hahnemann fueron publicadas y verificadas en trabajos pequeños aparte, y en las revistas medicas del día. Fueron recolectadas y publicadas por Jahr y por Noak y Trinks; después fueron dadas a los homeópatas lectores del idioma Ingles en traducción, en el manual de Jahr “Symptomen Codex” por el Dr. Hempel, que puede ser un trabajo muy valioso, sino fuera por eso esta traducción sería completamente poco fiable, llena de imprecisiones, omisiones, y errores.
Después tuvimos nuestra materia medica, aumentada por un volumen de “Las experimentaciones Americanas” por el Dr. C. Hering, y este trabajo es preeminente por su minuciosidad; es el trabajo más elaborado de su especie, y es de lamentarse que no ha sido traducido al idioma Ingles aun, el único remedio, ALOE, se nos ha dado en el “American Homeopathic review.”
Durante los pasados meses, hemos recibido nuevas experimentaciones por el Dr. Hale, él publico en un volumen 44 remedios. Este trabajo también mientras aumenta nuestro conocimiento de Materia Medica, es un trabajo indispensable para el practicante, aun retiene las originalidades de la escuela Ecléctica, que ha introducido la mayoría de los nuevos remedios a la práctica de la medicina.
La primera impresión de los iniciados, que toman por primera vez nuestras obras voluminosas sobre Materia Medica, es la de no percibir ninguna diferencia entre las experimentaciones registradas de los muchos medicamentos. Piensan al mirar por encima de las páginas de la materia medica, que todo medicamento ha causado mareos, dolores de cabeza, tos, algo de fiebre, todos y cada uno de ellos. Permanece desconcertado sobre el tema, hasta que empieza a comparar los registros más de cerca y con precisión, entonces el verá claramente las diferencias que existen entre los distintos medicamentos así como las similitudes y como se diferencian. Primero tratara de determinar qué tipo de dolor por lo general produce un remedio, y en que parte del cuerpo, y en que órgano o parte del órgano es más propenso a actuar.
Encontrara bajo qué condiciones se producen los cambios en las sensaciones en el organismo, y estas condiciones las subdividirá primero; en cuanto a tiempo, (a qué hora del día, mes, o año, periódica y sucesivamente) en virtud a que cambio de posición, en reposo o en movimiento, porque tipo de alimento o bebida, y porque emociones mentales, la condición es ya sea agravada o mejorada, y por ultimo; en qué relación aparecen los diversos cambios y sus síntomas acompañantes. De esta manera el estudiante en progreso obtendrá los síntomas característicos de cada medicamento, los encontrara estudiando cada medicina; varios medicamentos tienen en algunos aspectos grandes similitudes; pero en otros aspectos son diferentes en diversos modos tanto el uno del otro; a continuación hará comparaciones en cuanto a las similitudes y diferencias, y descubrirá sus relaciones. Solamente por medio de las comparaciones podemos obtener un conocimiento adecuado y duradero de cada medicamento. Primero comparamos síntomas únicos con síntomas similares de otras medicinas, y así procedemos, hasta que más tarde comparemos medicamentos que pertenecen a la misma clase natural o familia, o grupos de medicinas que por su similitud de acción forman una relación, con otras clases similares o grupos de medicamentos.
Cuando digo que voy a dar los síntomas característicos de cada medicina, la primera pregunta surge; ¿Qué es característico? Los característicos consisten en, tales síntomas, sensaciones alteradas, y efectos de medicinas en el organismo humano, por los que distinguimos una medicina de las otras, y mientras que esto puede ser determinado por comparaciones hechas entre las varias medicinas, la prueba de la exactitud de este discernimiento se obtiene por medio del experimento; es decir; que cuando, en las más variadas enfermedades la presencia de uno o más de este o estos síntomas característicos conducen a la elección del remedio; se da lugar a una curación, y que en enfermedades similares, sin la presencia de este o estos síntomas característicos no se llega a una curación al aplicar el mismo remedio. Con el motivo de facilitar el encontrar y recordar los síntomas característicos, los dividimos sistemáticamente en 4 tipos diferentes cada uno de qué clase puede, en un caso dado caracterizar la medicina.
Tenemos primero; el tipo de dolor o SENSACIÓN ALTERADA, por ejemplo, dolorido o sensación de contusión, bajo ARNICA, que tiene otros pocos tipos de sensaciones alteradas, o el dolor ardiente con pinchazos bajo APIS. Muchas medicinas presentan dolores ardientes como ARSENICUM ALBUM, CARBO VEGETABILIS, PHOSPHORUS, y muchas otras tienen dolores punzantes y pinchazos, pero pocas tienen ardor y pinchazos tan característicos como APIS, y solo BELLADONA e IGNATIA tienen en ese sentido una similitud con APIS. La sensación de cómo si las partes estuvieran hechas de madera bajo KALI NITRICUM.
En segundo lugar tenemos la LOCALISACION, como bajo LACHESIS, el ovario izquierdo, y bajo APIS el derecho, bajo CLEMATIS ERECTA, el testículo derecho, y bajo RHODODENDRON el testículo izquierdo, tenemos los lados del cuerpo, y encontramos colectivamente el lado izquierdo más afectado por los remedios Electro-negativos, mientras que los Electro-positivos, afectan más el lado derecho; de nuevo, tenemos la dirección en la cual los dolores y sensaciones alteradas atacan al organismo; sabemos, por ejemplo, que cuando los dolores reumáticos atacan primero los pies y se extienden hacia arriba es característico de LEDUM, pero si dolores similares inician en la parte superior del cuerpo y se extienden hacia abajo es característico de RHODODENDRON. En la angina sabemos, que si el lado izquierdo de la garganta es atacado primero y si la inflamación o ulceración se extiende al lado derecho, es característico de LACHESIS, pero si la afección inicia del lado derecho y después se extiende al lado izquierdo, entonces es característico de LYCOPODIUM.
Tercero, tenemos las CONDICIONES, y ellas conforman más aun los síntomas característicos más importantes. La hora del día en que la condición de enfermedad es agravada o mejorada debe considerarse primero. Se conoce que algunas medicinas poseen esta condición en un grado eminente, como por ejemplo; NUX VOMICA y SULPHURIC ACID, en la mañana. NATRUM MURIATICUM a las 10 am. ARGENTUM METALLICUM al mediodía, LYCOPODIUM a las 4pm. PULSATILLA a la puesta del sol. PHOSPHORUS antes de la media noche. ARSENICUM ALBUM, después de la media noche. KALI CARBONICUM a las 3 am. Etc. La posición del cuerpo, descanso o movimiento, levantado o sentado, o levantándose de un asiento, son condiciones muy importantes. Encontramos agravación por el descanso en RHUS TOX, y agravación por el movimiento bajo BRYONIA, aunque estas dos medicinas son muy similares en otros aspectos. Agravación de pie bajo SULPHUR, sentado agrava bajo LYCOPODIUM, y mejora bajo COLCHICUM, mientras que el levantarse de una silla agrava bajo RHUS TOX y LYCOPODIUM. Pero la condición es mejorada después de levantarse de una silla y cuando inicia el movimiento por las mismas dos medicinas. La agravación después de dormir se encuentra bajo LACHESIS, y LACHESIS nunca será indicado si lo inverso está presente; mejoría después de dormir se encuentra bajo PHOSPHORUS. Bajo las condiciones también pertenecen los efectos de los varios artículos de comida y bebida. La agravación por el café, tabaco, y bebidas espirituosas, la encontramos bajo NUX VOMICA. Malos efectos especialmente dolor de cabeza, por pequeñas cantidades de vino esta bajo ZINC, los malos efectos por el continuo exceso en la cerveza esta bajo KALI BICROMICUM, la agravación por limonada bajo SELENIUM, de los malos efectos que causan enfermedad por ostras bajo LYCOPODIUM, de malos efectos por masa y cerdo bajo PULSATILLA. La mejoría por comer fruta la encontramos bajo LACHESIS, o por beber té, bajo FERRUM METALLICUM.
Cuarta y última, tenemos los síntomas concomitantes, que aunque todavía pocos forman fuertes indicaciones características. Por ejemplo; “Dolor de muelas con la cara Hinchada” lo encontramos bajo CHAMIMILLA y MERCURIUS, y mientras que la cara hinchada bajo CHAMOMILLA es roja y caliente, bajo MERCURIUS es dura y pálida. Dolor de muelas con palidez en la cara lo encontramos bajo PULSATILLA. Fiebre con ausencia de sed bajo PULSATILLA y SABADILLA. O con mucha sed insaciable bajo NATRUM MURIATICUM.
El conocimiento de los síntomas característicos, de la medicina es indispensable si queremos tener éxito en la práctica de la homeopatía, porque, es una de nuestras reglas prácticas fundamentales, “Que los síntomas característicos del remedio curativo único y verdadero deben corresponder con los síntomas característicos del paciente.” Esta como una de las reglas más importantes de nuestra escuela, entra también en gran medida en el estudio de la Materia Medica y por esta razón debemos despreciar el acomodo de medicamentos de acuerdo a grupos de condiciones patológicas buscados después, supuestamente existentes en grupos de síntomas registrados en las experimentaciones.
Antes de que busquemos los síntomas característicos del remedio, debemos poseer los síntomas característicos del paciente, o lo que se denomina erróneamente la enfermedad.
Los verdaderos síntomas característicos del paciente existen exclusivamente fuera de los grupos patológicos de síntomas de la enfermedad a discernir; más aun, son síntomas que no necesariamente pertenecen a la enfermedad o a cualquier forma de ella, pero que aparecen absolutamente accidentales.[1] Los síntomas presentes que necesariamente constituyen y pertenecen a la enfermedad, que podríamos llamar los síntomas esenciales; característicos, le llamamos a los síntomas que se encuentran en el individuo enfermo además de los síntomas esenciales, ya sea a causa de su constitución o por otras causas accidentales o por causas inexplicables. Si es así, y si la experimentación ha establecido esta forma como correcta, no ganaríamos nada clasificando las experimentaciones de nuestras medicinas en clasificaciones patológicas. Si entonces los síntomas extraordinarios y aparentemente accidentales, a menudo aparentemente insignificantes del paciente, nos guían en la selección del único y verdadero remedio curativo y constituyen los síntomas característicos, ninguna noción preconcebida basada en la clasificación patológica de los remedios puede ser de la menor asistencia para nosotros en nuestros esfuerzos para curar, y todos esos intentos deben ser rechazados.
El conocimiento profundo de la Materia Medica, tan esencialmente necesario para el éxito en la práctica y curación de los enfermos, solo se puede obtener por medio del estudio diligente, pero podemos facilitarlo en gran medida experimentando las medicinas nosotros mismos. Durante una experimentación estamos obligados primero a observar nuestras propias sensaciones, y las alteraciones de ellas, y a ordenarlas de acuerdo a algún sistema, por lo tanto cultivando nuestras facultades de observación y de sistematización de estas observaciones. Cada síntoma que reportamos como ocurrido, como efecto de una nueva medicina, necesariamente llamara a nuestra memoria a recordar un síntoma similar u opuesto conocido por nosotros mismos perteneciente a alguna medicina experimentada con anterioridad. Al hacer estas comparaciones, nuestra memoria recibe los síntomas nuevos de la medicina nueva como si tuvieran una “relación” con otras medicinas. Mediante las experimentaciones aprendemos cuán necesario es observar lo que generalmente es denominado como “bagatelas” porque incluso por estas aparentes pequeñas diferencias podemos discernir entre un síntoma de una medicina de otro similar de otra medicina; en estas precisas observaciones que antes eran consideradas y denominadas como síntomas insignificantes o sin importancia constituye la gran diferencia entre un médico hábil (por lo tanto exitoso) y un médico rutinario.
Para ilustrar esta proposición tomaremos por ejemplo un paciente que se queja de diarrea. El alópata se satisface en decir que la enfermedad es una diarrea, que debe atenderse, y en su primera prescripción ordena una panacea habitual, Opio de una forma u otra. Nosotros buscamos saber más que el mero conocimiento de que el paciente tiene una diarrea, nosotros lo examinamos como Hahnemann nos ha enseñado; como es el deber de todo verdadero homeópata; hacemos nuestra primera pregunta, en cuanto a cuando comenzó su diarrea, para lo que responde que fue atacado por primera vez en la mañana y que por algunos días ha sido mucho peor por la mañana. Ahora sabemos una condición; de tiempo; y sabemos que Bryonia, Sulphur, Podophyllum, y Thuja, además de otras medicinas, producen y curan preeminentemente diarreas por la mañana. Sabemos que Bryonia tiene diarreas por la mañana que se dan tan pronto cuando la persona se levanta de la cama y se empieza a mover; sabemos que las evacuaciones de Podophyllum, son generalmente verdes; que la diarrea característica de Sulphur conduce al paciente fuera de la cama (la llamada es imperativa) permítanme aquí hacer la observación; de que debemos este conocimiento a la verificación de varias curaciones de un solo síntoma de un experimentador.
Este síntoma se encuentra registrado en “Las Enfermedades Crónicas de Hahnemann” y lo encontramos registrado por Frederick Hahnemann, el hijo, bajo el síntoma 868, donde dice; “Las heces se descargan repentinamente y casi involuntariamente, no puede levantarse de la cama lo suficientemente rápido.” Demasiado para un solo síntoma; un síntoma bien observado y registrado; la diarrea matutina de Thuja aparece después del desayuno, y este síntoma aunque es a menudo desconocido, lo debemos al Dr. Wolf, quien lo da, en su experimentación con una alta potencia de Thuja bajo el síntoma 483, dice así; “Diarrea todos los días después del desayuno” esta observación también ha sido verificada por medio de la experiencia. Ahora continuamos con el examen del paciente, y nos dice que tiene que levantarse rápidamente y tuvo una diarrea acuosa de color amarillo sin dolor que continúo durante el medio día y mejoro en la tarde. No tenemos que esperar mucho sino a la vez administrar una dosis de Sulphur ya que no solo la hora y condiciones son características del remedio sino que también la calidad de las descargas y si continuamos el examen del paciente sin duda obtendremos más síntomas que nos indicaran Sulphur.
No solo es conveniente sino absolutamente necesario, que las experimentaciones de los medicamentos se lleven a cabo por nosotros mismos en nosotros mismos. Aunque la observación en los demás, si bien, es indispensable para un conocimiento perfecto de los efectos de las medicinas que buscamos obtener, nos puede dejar continuamente con el temor de que no se ha expresado de una manera adecuada lo que se ha dejado sentir; por lo tanto estaremos continuamente en duda, o al menos tendremos algo de duda, en cuanto a que si la experimentación fue un engaño o no.
Este obstáculo para el conocimiento de la verdad, que no puede ser superado por completo cuando se busca después de los síntomas mórbidos excitados en otra persona por la acción del remedio no existe cuando el juicio se lleva a cabo en nuestra propia persona. El individuo que sufre el experimento sabe con precisión que es lo que siente, y cada nuevo intento que hace es un motivo adicional para extender sus investigaciones aún más, dirigiéndolas hacia otros remedios. Eso lo hace un más grande experto en la búsqueda de nuevos ensayos, mientras que a la vez su celo es redoblado, porque de ese modo adquiere un cierto conocimiento de los remedios, del arte, que puede considerarse como una técnica depurada.
La experimentación de los medicamentos, primero en nosotros mismos después en otros, nos dará una profundidad en la materia medica que no se puede obtener de alguna otra forma. Con cada nuevo paso que se da, aprenderemos a apreciar y admirar las grandes obras de los maestros que se han presentado con experimentaciones completas bien elaboradas, y siguiendo su ejemplo nosotros mismos nos convertiremos en maestros no solo en el arte de la experimentación sino en la obtención de un dominio sobre las patogenesias que es lo que deseamos, para ser capases de aplicarlas con fines prácticos.
Adolph Lippe M. D.
[1] Tenemos que tener cuidado al decir “Nunca” como los síntomas de las fosas nasales que se encuentran en LYCOPODIUM no es un síntoma poco común en alguien que está muriendo por insuficiencia respiratoria. Sin embargo ha sido reconocido como altamente característico en LYCOPODIUM ver ( The American Homoeopathic Review. vol. 4—1863: 218-222 y el Hahnemannian Monthly Vol 1, 1866: 355-360)
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