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La experimentación de las drogas.

Foto del escritor: Fank Nava Fank Nava

Por. Adolph Lippe. M. D.

(The Hahnemannian Monthly Vol. 3, página 120)


Leído ante la sociedad médica homeopática de Nueva York, Sept. 12, 1867 y enviado al “Hahnemannian Monthly” para su publicación.



Desde que la humanidad fue afligida por las enfermedades, drogas han tenido que ser empleadas para la curación; y tan variadas como han sido las diferentes propuestas de la naturaleza e historia de las enfermedades fueron también las opiniones del conocimiento de las drogas y su acción. El padre del arte medico Hipócrates, obtuvo la mayor parte de su conocimiento de las drogas de la práctica popular; aplicaba para la curación de las enfermedades solo remedios únicos sin mezclas. Dioscórides en sus escritos ya se desviaba de la temprana simplicidad y siempre mezclaba varios remedios en una sola prescripción; como consecuencia el conocimiento de la acción de las drogas disminuyo cada vez más y la incertidumbre aumento con el uso de las múltiples mezclas de medicamentos. En la temprana historia de la medicina nos encontramos con que la similitud de ciertas plantas con ciertas partes del organismo era una suficiente razón para atribuir a dichas plantas un efecto específico sobre tales partes similares del organismo humano. Esta era una de las fuentes de las materias medicas, y en la que se baso la doctrina de la “signatura medicamentorum" la primera y más burda concepción de la ley de la curación aceptada por nosotros. El olor y el sabor de las drogas se pensaba que eran indicaciones de la manera en la que podían afectar al organismo. Después, clases botánicas enteras de plantas se suponía que debían tener un efecto específico, porque una planta que pertenece a esa misma clase, debía ejercer un cierto efecto en el organismo enfermo.



Otros se vanagloriaban, con la esperanza de obtener el conocimiento del efecto dinámico de los medicamentos por medio del análisis químico. La más grande fuente de la que todo el conocimiento vino y de la que la materia medica fue compuesta fue la experiencia clínica, --- es decir, la aplicación de las drogas a los enfermos, " cognitio medicamentorum ex usu in morbis.”



La experimentación en crudo de las drogas en animales, por Orfila y sus contemporáneos no revelo nada realmente útil, ninguna analogía se podía trazar de la acción de las drogas en la parte más inferior de la esfera animal en cuanto al modo que la misma droga afectaría a la más alta organización humana. E incluso en nuestros días algunos sabios médicos en vano suponen que su materia medica puede ser mejorada y una visión más perfecta de la acción de los fármacos obtenida mediante el análisis no solo de los fármacos, sino también de todas y cada una de las secreciones del organismo humano siguientes a su administración. Pero nada se puede aprender de la propiedad curativa de las drogas o de la naturaleza esencial de la enfermedad, sometiendo a todas las secreciones del experimentador o del paciente a exámenes químicos. Con Hahnemann amaneció una nueva era para el arte medico, él fue el primero que comprobó con certeza qué efecto tenían las drogas en el organismo humano, el primer medico que Probo drogas en el hombre sano, y de ese modo estableció un pleno conocimiento de la acción de las drogas.



El conocimiento de la acción de los fármacos en el organismo humano, permitió a Hahnemann el demostrar prácticamente la veracidad de la ley de curación en la que el nuevo sistema médico se basa. Y a medida que la nueva materia medica creció y se perfecciono, él y sus seguidores estuvieron mejor preparados para dar pruebas practicas de la superioridad de la homeopatía sobre todas las formas anteriores de tratamiento.



Siguiendo los pasos del maestro, sus discípulos continuaron en la experimentación de las drogas, algunas introducidas por Hahnemann fueron sujetas a una re experimentación, solo para confirmar la gran veracidad de sus observaciones; nuevas drogas se experimentaron y así nuestra materia medica creció más, más útil, y la cura de muchas condiciones de enfermedad anteriormente consideradas como incurables, fue facilitada en gran medida. Cada experimentador formo para sí mismo algunas reglas que lo regían en la realización de sus experimentos sobre la acción de las drogas. Estas reglas fueron los resultados de las observaciones sobre sí mismos y sobre los demás. Aunque he hecho una cantidad relativamente limitada de observaciones de las cuales soy capaz de trazar conclusiones, y formar reglas para ser observadas por un experimentador. Se me puede sin embargo permitir ofrecer algunas sugerencias sobre el más factible plan para experimentar drogas, y algunas reglas que deben ser adoptadas por experimentadores.



El primero y más importante punto es la droga, si deseamos una correcta experimentación de una droga es positivamente necesario que todos los experimentadores deban utilizar la misma droga--- precisamente la misma sustancia, sea lo que sea.



Preparaciones químicas, hechas por diferentes personas pueden ligeramente diferir, ya que cada químico puede obtener la sustancia de una manera diferente y con diferentes grados de pureza, tal fue el caso de NICCOLUM. Cuando las experimentaciones se hicieron con KOBALTUM parecía por los síntomas obtenidos que algunos de ellos tenían una gran similitud con aquellos obtenidos con los primeros experimentadores de NICCOLUM, --- esa preparación sin duda contenía Kobaltum, el químico no fue capaz de separar estos dos metales en su totalidad. Una nueva experimentación de NICCOLUM, se volvió necesaria. Los venenos de animales son todavía más aptos a variar si se obtienen por personas diferentes en diferentes lugares y en diferentes estaciones del año, y muchos errores siguen a tales experimentaciones. Las plantas difieren mucho en varias localidades y en diferentes estaciones, incluso la hora del día en la que se recolectan podría hacer una gran diferencia; Paracelso hace mucho tiempo, concedió gran importancia, a la hora en la que se recolectan las plantas para preparaciones medicinales.



Es muy deseable, que las experimentaciones se realicen por tantas personas como sea posible, deben ser de diferentes edades, y de ambos sexos, de diferentes temperamentos, ocupaciones, y estaciones de la vida. Sin embargo no, se cree que una experimentación hecha por uno o dos experimentadores deba ser rechazada por ese motivo, ya que hemos obtenido muy valiosas experimentaciones realizadas por una o dos personas solamente; mencionare aquí, que los síntomas más valiosos urinarios de Benzoic acid; del Dr. J. Jeanes, y la gran adición a nuestra materia medica en días posteriores por el Dr. R. Rubini quien con su esposa, solos experimentaron Cactus grandiflorus. Hubiera sido imprudente rechazar esas experimentaciones porque no fueron hechas por más personas.



Una vez teniendo la droga y el experimentador dispuesto, la siguiente cuestión surge; ¿Qué dosis o dosis deben tomarse para obtener los mejores resultados? La dosis puede variar a causa de la calidad de la droga, o a razón de la conocida susceptibilidad del experimentador a sustancias similares o a la acción de la droga en general. Como regla general es mejor tomar una sola dosis de la droga a la vez. El efecto de esta dosis única, por pequeño o grande que sea a menudo se desarrollara instantáneamente; como es el caso con Glonoinum, que desarrollara sus efectos a más tardar unos pocos minutos. Otras drogas son lentas en el desarrollo de sus efectos como Causticum, Lycopodium, etc., y pueden no ser perceptibles antes del tercer día. Donde es tan lento el desarrollo del efecto, la acción de la droga frecuentemente continuara por semanas; e incluso entonces la experimentación no se puede dar por terminada, ya que síntomas similares a menudo reaparecen después de 14, o 21 días, o los síntomas o grupo de síntomas similares pueden recurrir a ciertos intervalos regulares, esos intervalos pueden ser horas o días, según sea el caso. Sin duda seria interferir con las observaciones del experimentador, si una segunda dosis es administrada antes de que la primera haya acabado su acción. Esta sola única dosis, debe ser lo suficientemente grande para afectar al experimentador, si es demasiado grande, la experimentación será de poco uso práctico, ya que el sistema a la vez trata de deshacerse de un intruso y los síntomas revulsivos obtenidos serán de un orden inferior y comparativamente inútiles. Si una sola dosis no produce efecto alguno, no será a menudo indicación de que la dosis fue muy pequeña; en la mayoría de los casos, una repetición de la misma dosis o la administración de una más grande, no tendrá mayor efecto que la primera y mostrara que el experimentador no es susceptible a los efectos de esa droga en ese momento en particular. Bajo tales circunstancias sería aconsejable posponer la experimentación de la droga en esa persona para un futuro. Todas las nuevas condiciones[1] y sensaciones producidas por esta única dosis deben ser cuidadosamente escritas tal y como ocurren, y ni siquiera los síntomas que de primera vista parecen triviales deben omitirse, el experimentador debe examinarse a sí mismo y la persona que lo asiste en su experimentación por medio de interrogatorios de la misma manera en la que se examinaría un paciente (consejo de Hahnemann, Organon parágrafos, LXXXIII a CIV) nos guiaran muy bien en este sentido. El registro debe continuar hasta que ya no se presente ningún síntoma. Si no han sido interrumpidos por algún antídoto debido a su severidad o por alguna otra interferencia, los síntomas de una experimentación por lo general y similar a otras condiciones de enfermedad finalizan en una especie de crisis. Los síntomas que aparecen más recientemente[2] son de gran valor; muchos experimentadores los omiten debido a su tardanza, no creyendo que todavía sean los resultados de la droga; el error no se detecta hasta que, en los reportes de los experimentadores síntomas correspondientes a esos omitidos se encontraron demasiado tarde, como para ponerlos en el registro de memoria.


La comparación de los registros, de diferentes experimentadores a la vez, muestra su veracidad, ya que siempre existe una armoniosa similitud entre las buenas observaciones; las diferencias son a menudo solo síntomas complementarios observados por uno, y no por los demás experimentadores. La dieta no debe ser cambiada durante una experimentación, ya que tal cambio por si solo puede causar una desviación de las sensaciones y sentimientos habituales. Todos los excesos o actos que de otro modo puedan interferir o comida desacostumbrada o emociones inusuales, deben ser cuidadosamente evitados, y si tales influencias que pueden posiblemente contrarrestar los efectos ocurren, deben ser escritas cuidadosamente en el registro.



El primer y único objetivo por el que Hahnemann instituyo etas investigaciones (la experimentación de las drogas) fue para determinar su acción sobre el organismo humano. Obtuvo lo que quería, un diagnostico de la droga experimentada; y a demás estableció la veracidad de sus observaciones (es decir) el diagnostico de la droga, usándola como agente curativo, bajo la ley de los semejantes. Los intentos especulativos a los que los médicos habían recurrido para obtener su “Cognitio medicamentorum ex usu in morbis" fueron un fracaso, se dejo a Hahnemann enseñar al mundo, por precepto y ejemplo, como el conocimiento de la acción de las drogas se puede determinar, como se deben de experimentar los fármacos, como una materia medica fiable debe establecerse. Y como la acción de los fármacos se convierte en un hecho conocido, aplicable a la curación de la enfermedad bajo la ley de los semejantes, un conocimiento cada vez mayor de la Materia Medica nos dio la oportunidad de diagnosticar la droga curativa con un grado alto de certeza en casi cualquier condición de enfermedad.



Con el fin de curar a un paciente no es suficiente conocer el fármaco curativo similar; surge otra pregunta importante a saber, ¿Cómo se debe administrar la droga? Deberá darse en su estado bruto, o en una potencia, y en que potencia, deberá ser administrada solo una vez, o a menudo, que tan seguido, y con qué intervalos, o ¿Es correcto y recomendable dar los medicamentos en mezclas o en alternancia?



Se requieren pues de reglas practicas para guiarnos en la práctica de la homeopatía. Hahnemann nos dejo reglas prácticas en sus múltiples escritos y nos extiende su promesa de éxito, si se cumplen estrictamente y se llevan a cabo. Aun así la más absoluta confianza en Hahnemann como observador no pudo inducir a todos a aceptar sus reglas prácticas, como una autoridad. “Podemos reconocer que en la ciencia de la medicina no existe otra autoridad más que las leyes naturales; y solo en la medida en la que alguien descubra estas leyes y demuestre su veracidad, no solo por argumentos, sino por medio de experimentos, solo de esa manera podrá pararse como autoridad.”



El "cognitio medicamentorum" o (El conocimiento de la acción de las drogas) no incluye el conocimiento de " usus medicamentorum" (las reglas practicas de acuerdo con las cuales la droga similar debe aplicarse). Hemos mostrado que el "cognitio medicamentorum" no se pudo obtener, " ex usu in morbis,” solo por experimentaciones haciendo la pregunta directamente a la naturaleza. ¿Debemos ahora volver a caer en el error anterior y esperar obtener un conocimiento del "usus medicamentorum” (o reglas practicas) por el recurso a " usus in morbis" los resultados de experimentos en los enfermos?




La misma historia de nuestra escuela resuelve este interrogante, los experimentos en los enfermos se han hecho, las observaciones se han registrado las deducciones se han trazado de tales observaciones dan como resultado reglas practicas conflictivas establecidas por varios experimentadores.


Y estas conflictivas diferencias de opinión entre los médicos de nuestra escuela tienen origen en la errónea y falacia manera en la que las observaciones han sido llevadas a cabo --- cada uno clamando que ha encontrado una nueva regla práctica; mientras muchos claman el haber descubierto los errores de Hahnemann y demandan su rechazó, entre ellos su teoría de la potenciación que es proclamada un grave error. De acuerdo a dichas personas que promulgan esta teoría claman; “Los grandes errores del gran Hombre.” Algunos claman que la mezcla de medicinas es una gran evolución o que las medicinas dadas en alternancia hacen maravillas; todos ellos en común apelando a sus experimentos, a sus hechos, y acertando que las deducciones que ellos trazan de tales hechos establecen las mejores reglas practicas. Estas diferencias de opinión son entonces los legítimos resultados de experimentos en los enfermos.[3]



¿La cuestión será correcta? ¿Sera posible el obtener tales respuestas conflictivas y contradictorias? Los errores de esta manera perpetrados se vuelven los más serios, ya que todas estas cuestiones, de hecho ya han sido respondidas; las respuestas están ante nosotros, si es que deseamos verlas; la experimentación de las drogas las ha revelado desde hace mucho, y al mismo tiempo, corrobora las teorías de Hahnemann y reglas practicas. Y aunque Hahnemann nunca nos dijo como fue que obtuvo algunas de las teorías y reglas practicas que nos dejo, es muy evidente que la experimentación de las drogas las sugirió fuertemente y la experiencia corroboro la veracidad de las sugerencias.



La teoría de la potenciación el gran obstáculo para los materialistas conversos a nuestra escuela, se muestra ser correcta por la experimentación de las drogas; porque;


1. Algunas drogas en su estado bruto, ejercen ya sea muy leves o no visibles efectos dinámicos en el organismo humano, pero actúan muy eficientemente cuando son potentizadas tales como; Carb veg, Lyc, Nat mur, Silc, etc.



2. La experimentación de las medicinas, hechas con altas potencias provoca más síntomas característicos que las bajas potencias[4] o los que las drogas en bruto son capases de producir como; Nat Mur 30. Experimentado por los experimentadores de Viena.



3. Las potencias más altas, no pierden la capacidad de poder enfermar o producir síntomas mórbidos, pero las experimentaciones instituidas con ellas han confirmado observaciones anteriores hechas experimentando la droga en estado bruto o en potencias bajas, y provocan nuevas series de síntomas en armonía con aquellos que ya se conocían con anterioridad. Estas nuevas experimentaciones también han sido confirmadas mediante los exámenes de experimentos clínicos, como las más excelentes experimentaciones de LACH, GELS, etc., por el Dr. B. Fincke claramente lo ilustra[5].




Si estas tres proposiciones son correctas, se puede decir que la potenciación no disminuye la acción dinámica de las drogas y esas potencias que tienen el poder de enfermar mas acertadamente tienen el poder de restablecer la salud, si es que son aplicadas bajo la ley homeopática.

Los defensores de la alternancia y mezclas de medicinas encontraran sino es que muy poca comodidad en nuestras experimentaciones; ciertamente no pueden usar propiamente medios para la curación de las enfermedades que no hayan sido sujetos al examen de la experimentación; ya que nosotros no poseemos ninguna experimentación hecha con alternancias de remedios o mezclas de drogas; debemos como homeópatas rechazar su uso hasta que el primer paso se haya dado; la experimentación de las drogas de la misma manera.



Si el método de experimentar drogas tomando solo una dosis es correcto, --- como parece ser tanto como mi experiencia personal lo permite ver, --- entonces, podemos inferir de este hecho que ¿acaso no una sola dosis de la medicina a la vez sería suficiente para hacer todo lo que esta medicina seleccionada homeopáticamente puede hacer en un dado caso? Y si el estudio analítico de nuestras experimentaciones muestra que una sola dosis de una droga puede afectar, a afectado, al organismo humano por semanas y aun mas, ¿Acaso no podemos inferir de nuevo, por este hecho, que una sola dosis de una droga puede afectar a la condición de enfermedad del organismo por al menos un mismo lapso de tiempo? Y quien quiera que someta estas deducciones a pruebas prácticas o experimentos clínicos las confirmara.



El lado patológico de nuestra escuela también encontrarían sino es que poca comodidad del estudio de nuestras experimentaciones. Parecería muy evidente:


1. Que la misma droga afectaría a diferentes individuos similarmente aunque diferente, esta diferencia dependiendo de la individualidad del experimentador.



2. Que drogas diferentes afectaran al mismo experimentador de una forma similar aunque de diferente manera; la similitud siendo causada por su individualidad y predisposición a afecciones, a ciertos órganos, y la diferencia siendo por supuesto atribuible a la diferencia de las mismas drogas.



El hecho de que influencias mórbidas causan efectos similares aunque diferentes en diferentes individualidades, será como una barra, para las entrañables esperanzas consentidas por la escuela patológica de presentarnos una descripción de la “Unidad de la enfermedad,” y mientras esta unidad de la enfermedad no se pueda encontrar, no podemos soñar con “específicos para enfermedades especificas” mientras que la consiguiente expectativa “para extender nuestra utilidad” por medio de la generalización se encuentra también ser una ilusión, y tenemos que todavía individualizar con diligencia.


La experimentación de las drogas ha resuelto muchas cuestiones, enseñándonos “el conocimiento de la acción de las drogas” y permitiéndonos encontrar reglas practicas que nos guían en el tratamiento de la enfermedad. Aunque todavía hay algunas preguntas que permanecen sin resolver, y entre ellas la (manzana de la discordia), la de la “dosis,” el experimento “ab usus in morbis” ha fracasado en resolver esta, así como las otras, pero esta cuestión y todas las que puedan aparecer, creo que eventualmente tendrán solución en lo que me he esforzado por explicar en este ensayo “La experimentación de las drogas.”


Adolph Lippe. M. D. Filadelfia, Septiembre, 2, 1867.

[1] Nota del traductor; Quiere decir condiciones de agravación o mejoría. [2] Ver Boenninghausen, Los escritos menores. [3] Nota del traductor; véase lo que había dicho con anterioridad acerca de los experimentos en los enfermos. [4] Nota del traductor; Ver Boenninghausen; (El valor de las Altas Potencias) “Solo con referencia a las agravaciones y mejoras de los síntomas de acuerdo a tiempo, posición y circunstancias, las altas y las bajas potencias siempre permanecen igual y esta constante uniformidad debería exhortar a los homeópatas a estudiar estos momentos con gran esmero, y poner especial atención a los mismos cuando seleccionan un remedio.” [5]El ridicularisar, ignorar, o rechazar tales experimentaciones a priori, muestra un total desprecio por ejemplo por la manera en que se realizan las investigaciones científicas, que nos sentimos obligados, por lo menos, hacer caso omiso de esas personas.

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