Por. Adolph Lippe M. D.
(The Hahnemannian Monthly Vol. 1, pagina 139-144 Octubre 1865)
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El docto autor de este trabajo, define la posición que él ha escogido para sí mismo muy honestamente y sin reservas en el prefacio.
El dice en la página VII:
“La exploración, la percepción, la estimación, y el discernimiento de las enfermedades de acuerdo a los principios de la escuela fisiológica ha sido aceptado por nosotros como el más alto principio y guía de cualquier terapéutica que clama ser racional, y que busca ser reconocida y ha sido escogido por nosotros como guía.”
“Nuestra terapéutica homeopática ha sido apoyada en todo lo posible, por la escuela fisiológica, y por lo tanto se encuentra en lógica subordinación a dicha escuela.”
Lippe:
El autor representa a los llamados homeópatas, que “desean un compromiso” con la alopatía, y se inclina tan bajo, como para aceptar para la homeopatía la posición de subordinada, con el fin de obtener el deseado reconocimiento de nuestro arte entre los científicos oponentes; olvidando que aun si aceptaran el compromiso ofrecido, --- contra el que un fuerte atractivo esta hecho por el Dr. Stens, --- la escuela fisiológica se encontrara que han aceptado una campana sin sonido --- una ficción.
La apelación debe basarse en hechos --- estadísticas --- resultados prácticos; y debe hacerse para la comunidad en general, dejando fuera de la cuestión a los seguidores, admiradores, e imitadores, de ese precioso conjunto de sabios --- (los profesores de Salamanca). Los resultados, sin igual que la verdadera homeopatía ha sido capaz de mostrar, no seguirán a una practica vacía de todos los principios fundamentales sobre los cuales fue fundada y aun descansa. Se ha propuesto suplantar la necesidad reconocida de individualizar todo caso de enfermedad por medio de una generalización, y se promete que conocer el estado patológico es de suma importancia para el conocimiento del remedio curativo; cuyo último aparecerá como magia para destruir al enemigo conocido, --- la enfermedad. Tales son los sueños y promesas superficiales de esta herejía. Pero tan débil es la base de estas esperanzas y expectativas absurdas que el autor se encuentra inconscientemente, en una contradicción palpable, obligado a reconocer la falacia de sus proposiciones.
Y el vuelve a los primeros principios; cuando dice en la página XII:
“Solo hacemos uso de los diversos repertorios, si permanecemos en duda en cuanto a cuál de las medicinas, entre las que están abiertas a la elección, tiene la mayor similitud con la enfermedad y síntomas, que tenemos que tratar; después de haber obtenido un diagnostico preciso, y después de la agrupación de todo el complejo de síntomas, después de explorar la causa y el carácter de la enfermedad, entonces elegimos ese remedio que corresponde con la mayoría de los síntomas y con el “carácter de la enfermedad.”
Después de todo el jacto de superioridad de la escuela fisiológica y la voluntad expresa de aceptar su subordinada posición para la homeopatía, el Dr. Kafka, y el partido que representa, tienen que elegir el remedio como Hahnemann nos ha enseñado a hacerlo. (Admiten que es necesario individualizar).
La homeopatía, con buen corazón y gratitud, acepta y hace uso de todos los descubrimientos de la escuela fisiológica y de todas las otras ramas colaterales de la ciencia médica, pero nunca buscara aceptar una posición subordinada, más aún, el día llegara en el que la alopatía acepte los principios de la homeopatía uno por uno.
El último intento de fusionar a la homeopatía con la alopatía, pero sobre todo para insertar a la homeopatía en la escuela fisiológica, (como el erudito autor se propone hacer), es un quijotismo de los tiempos modernos. “Podemos comparar con propiedad al representante de esta escuela mestiza a Don Quijote, la propia escuela fisiológica a Rocinante y el codiciado premio a la Dulcinea de Tobosa. El moderno caballero monta su corcel, --- que parece un noble caballo a distancia, --- y se puede confundir con un Bucéfalo por el miope o el que habita entre los asnos, pero como el Rocinante de Don Quijote de Cervantes al ser examinado mas de cercas resulta ser estar poseído por todos los males que la carne del caballo podría heredar; paciente y dócil, pero rompe cuando se requiere fuerza y velocidad y poco ajustado a los usos que el noble Don, solicita. Así nos encontramos con nuestro cuasi caballero, montado en la escuela fisiológica, desatando con él a la vista del enemigo, (la enfermedad) y tras un examen más de cercas, la criatura misma parece estar a medio crecer, y lo que hay de ella es algo poco desarrollado,--- encontrado así por el espectador, --- mientras que el valiente caballero tomando la derrota por victoria y heridas por laureles, va de rodillas en adoración de la imaginaria perfecta Dulcinea de Tobosa, ofreciendo su corazón y sus afectos, implorando a ella escuchar sus profesiones de devoción. Y cuando su fiel sancho le dice que esta imaginaria belleza es solo una sirvienta, que cierne el trigo en el granero, y que solo obtiene unos pocos granos por que lo hace torpemente, él le pide que la desencante.
Sancho que se encuentra en ambos paralelos, como testigo en la transacción, declina, como también lo hacen los espectadores en el presente. Los hombres sabios de la época, como la Dulcinea moderna tomada como modelo de perfección por los modernos quijotes adoradores pero miopes, vista ya de cercas se encuentra ser nada más que un individuo torpemente tamizado en el granero de la verdadera ciencia, una masa de paja que contiene pero pocos granos de trigo, y lejos de estar listos para dar vida y alimento a los ansiosos progresistas. Pero entreguemos al moderno Quijote a su suerte; a su desencanto para el futuro, con la esperanza de que, como el héroe de Cervantes, también pueda arrepentirse de sus locuras y queme sus libros, antes de que muera. La Dulcinea de Tobosa gradualmente se consumirá cuando los verdaderos médicos hayan aprendido la “lección histórica que las partes más interesadas, y las más competentes para juzgar, son las mismas personas y no los sabios Doctores de Salamanca.” Entonces no habrá más flexión de rodillas ante lo atractivo, y la belleza imaginariamente perfecta, y la dejaremos contemplar las locuras de los ciegos y bobos esclavos de las modas.
Es más que probable que esta nueva obra pronto sea publicada ante el mundo médico en una traducción al Ingles. Ya que todos los libros tienen la tendencia a destruir el verdadero progreso de la homeopatía, siempre encuentran una editorial dispuesta a aprovecharse de la ignorancia de los clientes. Si aparece tal traducción vamos a volver a tomar nuestra pluma y mostrar los absurdos del intento de subordinar la homeopatía a la llamada escuela fisiológica que ha dirigido el autor.
Pero en la presente no podemos hacer nada mejor que llamar la atención del lector a una excelente revisión del trabajo en un ensayo colocado ante la sociedad homeopática Alemana y publicado en un apéndice del quinto numero de la revista: " Allgemeine Homoeopathische Zeitung," por el Dr. W. Stens, con el título:
“Tesis y comentarios dedicados a la asamblea homeopática en Aquisgrán en 27 de Julio y en Weimar el 10 de Agosto, recomendados para discusión.”
Nuestro espacio limitado solo nos permite mencionar unos cuantos pasajes de este excelente artículo. El Dr. Stens dice;
1. Las ciencias medicas colaterales, son propiedad común de todos los medios de curación; la escuela fisiológica no tiene por lo tanto derecho a reclamarlos como propiedad privada.
2. La fisiología no es capaz de explicar la vida sana, y por esa razón no puede aplicar a un discernimiento absoluto de la condición de enfermedad, solo para ilustrarlo.
3. La escuela fisiológica solo puede hacer un diagnostico en general, y en muchos casos ni eso, a causa de la incapacidad de la fisiología de explicar los procesos internos de la vida, y por que es imposible trazar conclusiones respecto al proceso interno de la vida desde las revelaciones patológicas obtenidas por la autopsia.
4. Tenemos que tratar las condiciones de enfermedad, personas enfermas, pero no las enfermedades,[1] aquellos supuestos impertinentes de la terapia --- por esta razón, el diagnostico debe ser individual y no general. por lo tanto la ineficacia terapéutica de la escuela fisiológica, que es incapaz de hacer un diagnostico individualizado. Todo método de curación debe aceptarlo como el principio y guía más alto, la exploración, el discernimiento, y estimación de la condición de enfermedad, NO DE LA ENFERMEDAD, --- debe por lo tanto hacerse un diagnóstico individual no general.
5. La escuela fisiológica, solo es capaz de hacer un diagnostico general, y en muchos casos ni eso, por lo tanto no puede llamarse racional.
6. La homeopatía concienzudamente ha acogido para su desarrollo, de todas esas adquisiciones en medicina como han sido desarrolladas por la física, química, y anatomía patológica, de la misma manera como la escuela fisiológica, por lo tanto no está bajo ninguna obligación a ella por estas adquisiciones. Por lo tanto fuera de cuestión que la homeopatía es una subordinada a la escuela fisiológica.
7. Los homeópatas emplean para la determinación del diagnostico, exploraciones físicas así como todas las demás adquisiciones, de la ciencia médica de la misma forma como la escuela fisiológica. Pero ellos no se detienen en estas adquisiciones sino que perfeccionan la imagen de la enfermedad y de la medicina hasta sus más finas y minuciosas características. Estos resultados objetivos son para el homeópata, solo la base sobre la que levanta el edificio hasta la más perfecta y fina forma; son solo los primeros y crudos contornos y fuera de ellos termina la imagen individual llena de carácter mediante la adición de los síntomas subjetivos más diminutos.
8. Aunque no descuidamos los síntomas subjetivos, estamos obligados a reconocer estos subjetivos como poseedores de mayor importancia, ya que a través de ellos tenemos la capacidad de formar un diagnostico individualizado, y a través de ello tratar el caso con éxito.
9. El individualizar es el privilegio de la homeopatía; y si ponemos más peso en los síntomas objetivos y sobre la generalización de los mismos, destruimos su espíritu. Nosotros debemos por lo tanto, ser muy cautelosos con tales esfuerzos, que solo pueden ser vistos como un retroceso, y por los cuales se perderían las mejores y más afortunadas curaciones. Los libros que siguen esta tendencia no harán avanzar el progreso y reconocimiento de la homeopatía.
10. Por lo tanto el deber más sagrado de todos los homeópatas, y especialmente de los representantes de la prensa homeopática, es el protestar contra esta generalización, no solo siete veces, sino hasta setenta veces siete, (es decir) continuamente y por siempre.
11. La homeopatía tiene en su posesión una materia medica fisiológica, y de principios y reglas que guían su terapia, puntos que desea la escuela fisiológica.
12. La homeopatía esta en todos los aspectos más avanzada que la escuela fisiológica, es por lo tanto lógico, que la parte fraccional deba estar subordinada al todo indivisible --- lo imperfecto a lo perfecto.
13. Dado que por lo tanto, es necesario que la escuela fisiológica este subordinada a la homeopatía, esta escuela debe ser incorporada a la homeopatía, si es que quiere fundamentar lo que clama, ser racional y lógica.
A partir de los extractos anteriores es evidente que en Europa, así como aquí, se hace el intento de arrastrar a la homeopatía al nivel más alto, en el que se coloco por su fundador y seguidores.
Esta oposición ha tratado desde años atrás trazar los interrogantes de las dosis el punto de diferencia entre los Hahnemannianos y los pseudo-homeópatas. Estos últimos habían elegido este tema como los amigos naturales aliados e imitadores de la escuela alopática. Los glóbulos pero sobre todo las altas potencias, que han encontrado amigos cálidos y ardientes entre los médicos progresistas, que fueron ridicularisados --- argumentos lógicos y hechos justificados fueron llevados a cabo por ellos inferiores y subordinados al ridículo y la calumnia. El progreso de la medicina no ha sido aceptado, y el ridículo ha encontrado, como siempre lo hará, poco éxito, y poco favor entre los hombres inteligentes.
Nosotros respaldamos todas y cada unas de las tesis ofrecidas por el Dr. W. M. Stens, que defina clara y lógicamente la cuestión entre el verdadero homeópata y el comprometido y retrograda cismático.
Adolph L. M. D.
[1] Nota del traductor; Nótese que al decir la persona y no la enfermedad ellos se refieren a la individualización, mediante los síntomas subjetivos estos son las condiciones, entre otros, nada que ver con “personalidades homeopáticas,” tal invención surge mucho después con la mescla de las creencias Swedenborgianas de James Tyler Kent.
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