Traducido de: (The Hahnemannian Monthly Vol. 3, 1867-68)
Dr. H. N. Guernsey.
Es imposible, hacer una útil clasificación de los remedios, salvo después del método iniciado por Boenninghausen. Examinamos a un paciente en su totalidad, tomamos todos los síntomas del caso, que deben tenerse y entonces prescribimos. Si hemos seleccionado el remedio correcto y el paciente mejora, está todo bien. Sin embargo, si el paciente no mejora, como esperábamos, o si una parte de los síntomas mejora o desaparece u otra permanece sin cambios o empeora, sabemos entonces que no hemos elegido el remedio adecuado.
Ahora nuestro primer remedio era uno de una clase, de acuerdo al método de Boenninghausen, y si volteamos a las “concordancias” y vemos bajo el encabezado del remedio encontraremos que otros son sus análogos más cercanos, mediante su aparición en negrita grande, y con toda probabilidad encontraremos entre estos, el que es exactamente homeopático y que claro curara positivamente la totalidad de los síntomas.
Tomemos por ejemplo a CAUSTICUM. Si creemos que por los síntomas CAUSTICUM está indicado, y fracasa, buscamos bajo ese remedio por aquellos en la misma clase. Tomamos primero aquellos en negrita grande. Nueve veces de diez, encontraremos el remedio entre uno u otro de ellos. Si no, buscamos en aquellos en el siguiente tamaño de negrita y así. Yo apoyo lo que ya se ha dicho, --- es imposible hacer cualquier clasificación arbitraria valida.
El Dr. J. C. Morgan de nuevo repetirá la pregunta que le había hecho al Dr. Lippe. El no sabía de ningún intento de clasificación en la traducción del Dr. Okie de Boenninghausen. En la edición Alemana, al final del libro, hay una parte en donde un remedio se divide bajo siete encabezados, que el Dr. Okie considero de muy escaso valor, por lo tanto no la tradujo. Es una clasificación muy extensa. Hay 200 remedios, que multiplicados por 7, el número de encabezados en los cuales están divididos darían mil cuatrocientas clases.
Dr. Adolph Lippe.
El Dr. Okie sin duda dejo fuera esta parte porque no la comprendía. Si un alópata examina nuestra materia medica, el, dirá que todos los remedios se parecen; que cada remedio tiene el mismo tipo de síntomas, dolores, diarreas, constipación, dolores de cabeza, etc., por lo tanto que es imposible observar alguna diferencia entre uno u otro. Este no es el caso. Solo parece ser así para el alópata porque no lo comprende. El libro de Boenninghausen nos dice cuales remedios tienen ciertos síntomas o condiciones en común. Por ejemplo; ACONITUM produce ciertas condiciones mentales, y hay otros ciertos remedios que tienen síntomas mentales similares a aquellos de ACONITUM, lo mismo con los dolores, las condiciones, etc., de ACONITUM. Encontramos en nuestro paciente ciertos síntomas que sugieren ACONITUM, pero al ver nuestra materia medica vemos que ese remedio no presenta la totalidad de la condición. Entonces consultamos los remedios que son los análogos de ACONITUM; que tienen condiciones que son similares a aquellas de la droga. He usado las “concordancias de Boenninghausen” de esta forma por un gran numero de años y las he encontrado de gran ayuda.
Dr. J. C. Morgan.
El trabajo de Boenninghausen es de gran valor para aquellos que se han vuelto familiares previamente con ciertos puntos. Estoy de acuerdo con el Dr. Guernsey y Lippe, en cuanto al valor de las concordancias de Boenninghausen, y expreso mi pesar de que Oki no las haya añadió. Para los hombres que tienen conocimiento de la materia medica es invaluable pero sin embargo es útil solo para los de esta clase. Son de gran valor para el practicante pero no para el estudiante. El estudiante comprende mejor la analogía de las familias entre las drogas; por ejemplo, entre belladona y stramonium en la completa familia de las solanáceas hay una relación natural y analogía en su acción, y es una ventaja para el estudiante y principiante el saber esto. Ya una vez conociendo sus relaciones, se vuelve fácil aprender sus puntos disimilares. Hay muchos síntomas de belladona y Hyoscyamus que son parecidos y se vuelve difícil elegir entre ellos, tienen en común el poder de irritar las raíces del quinto y octavo par de nervios etc.
Dr. Williamson.
Las drogas también han sido clasificadas de acuerdo a sus propiedades químicas y en familias. Desde hace 35 años la mejor clasificación que poseemos es la que divide los remedios en animales, vegetales y minerales. La clasificación propuesta por Boenninghausen es mucho más avanzada que eso, es mas conforme a la homeopatía, por así decirlo, más consistente con nuestro sistema de pensamiento. Tenemos los síntomas de la droga y cuando hayamos descubierto los síntomas del paciente creemos que si encontramos el remedio que pueda producir síntomas similares, y lo administramos vamos a curar. Boenninghausen clasifica los remedios de acuerdo a sus acciones curativas. Por ejemplo, para un cierto tipo de dolor de cabeza, anotamos todos los remedios que pueden producir este mismo tipo de dolor de cabeza. Si es agravado o mejorado por ciertas condiciones anotamos eso también. El tiempo de su adhesión será otro enlace. Así como varios remedios pueden tener el tipo de dolor de cabeza, un poco menos as condiciones de agravación y mejoría, y quizás solo uno el tiempo de adhesión, agravación o mejoría. La clasificación no es para mejorar los remedios sino para ayudarnos al seleccionar el adecuado.
El Dr. Morgan ha aludido la clasificación por tejidos. Podemos esperar de un cierto tejido un cierto tipo de dolor. Un paciente se queja de dolor en la cabeza; hay una variedad de tejidos en la cabeza; nervioso, óseo, muscular, etc., entonces preguntamos ¿qué tipo de dolor? si sabemos qué tipo de dolor cada tejido produce sabremos en que tejido el dolor está localizado. El remedio que curara ese tipo de dolor en la cabeza si no tiene síntomas de dolor en ese tejido en la cabeza, encontraremos que ha producido ese mismo tipo de dolor en el mismo tipo de tejido en otras partes del cuerpo. ES IMPOSIBLE ENSEÑAR MATERIA MEDICA A LOS ESTUDIANTES SIN UN BUE MÉTODO DE CLASIFICACIÓN.
Estoy dispuesto a pensar que cuando Morgan propone clasificar los remedios sobre base anatómica, y el Dr. Williamson sobre la base de su acción sobre ciertos tejidos, ambos caballeros están sobre una base de hielo extremadamente delgado. He examinado el método de clasificación de Boenninghausen y para mi seria de poco valor, aunque para muchos seria de gran utilidad. Yo prefiero un buen repertorio. Si tenemos un remedio que es capaz de producir ciertos síntomas seremos capases de comparar los síntomas del paciente en él, y encontraremos el verdadero agente homeopático.
Dr. Adolph Lippe.
Una queja que frecuentemente se hace, es que no todos los síntomas se pueden encontrar en el trabajo de Boenninghausen. Cuando estuve en Europa pregunte al mismo Boenninghausen; le dije que tenía un número de pacientes que se quejaban de dolor de cabeza solo cuando su cabello crecía largo, y cedía tan pronto como era cortado, y que esta condición no se encontraba en su libro. Boenninghausen me dijo; “debes buscar bajo la rúbrica, “Mejoría por descubrirse la cabeza.” Sentido común y juicio deben ejercitarse al elegir un remedio.
Dr. H.N. Martin.
¡El Dr. Lippe ha dado en el clavo!
Nuestra idea de clasificación debe ser tal que nos permita individualizar.
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