Por. Adolph Lippe M. D.
Traducido de: (Hahnemannian Monthly 1865. Vol. 1)
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Este remedio ha sido últimamente introducido a nuestra Materia Medica. Los informes en bruto de las experimentaciones de su poder curativo, incorporados en un valioso ensayo, por el Dr. Eocco Eubini, presentado a la lectura de los homeópatas de habla inglesa, (hace poco tiempo) en una cuidadosa traducción, me permitirán dar un informe de su uso terapéutico, para confirmar la patogénesis del remedio y añadir algunas nuevas observaciones.
Antes de hacerlo, puede ser bueno decir algo en general, acerca de la introducción de nuevos remedios. Las opiniones del Dr. Eussell, como expresa en su nota a Cactus Grandiflorus, proporcionan un buen texto sobre el que basar nuestras observaciones. Dice; en esa nota[1], #4 (que copie en mi traducción página 30).
“Tan pequeño el numero de entre la multitud de medicamentos que cumplen la expectativa planteada por los términos empleados por aquellos que los introducen a nuestro conocimiento, esos ocupados practicantes bien pueden ser perdonados, si ellos preguntan suspicazmente por las credenciales de un nuevo candidato para su atención: Y como el nombre del Dr. Eubini probablemente no sea familiar a la mayoría de los lectores de esta revista, una explicación de la forma en la que esta experimentación de Cactus se acerco a nosotros puede satisfacer la legítima curiosidad de nuestros colegas, y tal vez, pueda inducirlos a recibir esta nueva, mas cordialmente que si se presentara a sí misma como extraña sin introducción.”
A partir de esta primera frase de la nota del Dr. Russell, tomamos la siguiente proposición para su consideración;
“Practicantes ocupados preguntan suspicazmente por las credenciales de un nuevo candidato Ingles para su atención.”
Esos practicantes, especialmente los practicantes ocupados, el investigar remedios nuevos, es su deber, y que sean suspicaces es muy natural, ya que decepciones en esas direcciones se han dado, como en el caso de Fickel.
Pero la cuestión en la que ahora queremos detenernos es la siguiente
¿A caso se espera que un nuevo candidato fije las credenciales ante el profesional? Y ¿Que credenciales se suponen necesarias y admisibles?
Vivimos en una república científica, o debemos imitar a la escuela alopática, con sus presunciones hereditarias, su exclusividad, su aversión a todo lo nuevo, su oposición a todo descubrimiento que no venga de sus propias grandes autoridades?
El extraño que se presenta para ser admitido es un nuevo remedio, que puede aparecer con una variedad de vestidos o formas. Puede venir como especifico para enfermedades específicas, como por ejemplo; mephitis para la tos-ferina o Crotalus para la fiebre amarilla, etc. Si el forastero con ese vestido toca a las puertas de la homeopatía debe ser informado de que ha tocado la puerta equivocada y se le debe aconsejar que aplique a la puerta de los especificistas, alias eclécticos, alias, sincretistas, puede encontrar su casa allí, al menos por un tiempo. Pero si el extranjero dice, aquí estoy, He sido probado, varias personas tomaron parte de mi, y han puesto a registro todos y cada uno de los cambios y sensaciones producidos por mí, en ellos, me veras a mí, y si ves a un enfermo que se queja justo igual que los experimentadores, creo que, con la ayuda de la luz de Hahnemann puedo mostrarte como estas dolencias toman vuelo cuando entro, por lo tanto pruébame, y cumpliré con el experimento.
Así que viene el extraño, lo conocemos, pero no conocemos al experimentador o experimentadores del registro de los hechos personalmente, todos son como extraños para nosotros.
¿ Es lógico y razonable solicitar a los que registran los hechos sus credenciales?
¿Pueden estas credenciales incluso si están escritas en papel de color rosa, por la más confiable de las damas, fortalecer, debilitar, o alterar, los hechos?
El extranjero será juzgado por los iniciados. Sin tanta formalidad.
Acaso, podemos saber si un hombre relatando una ocurrencia dice la verdad o es ficción; su historia no lleva consigo la convicción de verdad o falsedad?
Acaso no, el experimentado juez a primera detectaría la falsificación de los hechos por un testigo falso?
Podría el naturalista experto ser engañado, se le podría presentar algún animal o planta ficticio?
No estaría él, acaso en condiciones de detectar la falsedad de una vez?
Así con nosotros. Cada experimentación, lleva consigo la verdad o falsedad, armonía o discordia, y son las únicas credenciales posibles o necesarias.
Se han ignorado experimentaciones y por qué?
Nos encontramos con instancias de este tipo en los anales de la sociedad médica homeopática británica No. XVII. Septiembre, 1864, página 403, donde el Dr. Chapman (en la cátedra) en la discusión sobre “La Alternancia de las medicinas” hablando de Aloe dice; “No existe experimentación aun.” No se podía suponer que el Dr. Chapman, presidiendo la sociedad homeopática británica, no estaba consciente de que Aloe ya había sido experimentado por el Dr. Helbig y otros más en 1833, que el Dr. Bucker publico experimentaciones y notas sobre Aloe en 1841 Allgemeine Homceopathische Zeitung, Vol. 20, p. 263; que el Dr. Both publico un reporte sobre Aloe en el, Bevue Critique; que un artículo fue publicado por Giacomi en el, Trattato Filosohco-sperimentale; y que finalmente, el Dr. Hering publico una patogenesia muy valiosa que comprende todas las antiguas publicaciones juntamente con sus propias experimentaciones, llenando 118 páginas en su Americanische Arzneiprufungen, en 1857, una traducción que se da ahora en el “American Homeopathic review” el Dr. C debió haber tenido alguna otra razón poderosa para negar la admisión de las experimentaciones de Aloe a la sociedad. Al menos en Inglaterra. Si estas líneas llegan al Dr. Chapman, el al menos debería gratificar a uno de los homeópatas del trasatlántico dando una explicación.
¿Acaso nuestro docto colega se niega a admitir todas las valiosas experimentaciones del Dr. Hering o solo las de Aloe y por qué?
Con Cactus grandiflorus les fue mejor, al ser correcta y ceremoniosamente presentado, pasó al traductor, cuando fue traducido, con todas sus omisiones y errores, se dirigió al continente, y se re-publico en Leipzing; cruzó el atlántico y fue reimpreso en la “Review.” El traductor no es desconocido por nosotros, es conocido como un campeón de una literatura, expuesta por poco fiables, falsificadas y llenas de innumerables omisiones y perversiones; y también por sus ideas peculiares en la traducción Alemana de Fuss with Leg, que persistentemente insistía que nadie se podía aventurar a corregirlo, considerándose a sí mismo y su dictum, por arriba de las autoridades de los diccionarios y la filología.
Por lo tanto nuestro temor era ciertamente perdonable si nos preguntábamos de manera sospechosa en cuanto a la fiabilidad y corrección de la traducción. El resultado de esta investigación fue una re-traducción del Dr. Eocco Rubini.
Estando ahora en posesión de las experimentaciones originales, estas experimentaciones transportadoras sin duda de una fervorosa veracidad y fiabilidad, lo siguiente que había que hacer era poner a prueba su veracidad por medio de experimentos. No había nada más que un posible modo por el cual esto podía hacerse.
La medicina tenía que ser administrada en casos en los que la condición de las sensaciones del paciente correspondiera con aquellas del remedio. El medicamento se obtuvo del Dr. Rubini, ya que ninguna prueba puede ser aplicada correctamente, ningún otro experimento fiable puede hacerse con cualquier otra preparación.
Suponiendo que algunos de los doctos médicos puedan decir:
“Que el Cactus grandiflorus se obtiene fácilmente; ¡Tengo una flor de noche en mi posesión! Ho ¡Mi amigo tiene una en su invernadero!
¡Mediante la adopción de una flor a media noche y haciendo la tintura la podemos administrar de una vez!
¿Cuál sería el resultado si no nada más que un fracaso?
Las dos plantas de ser bastante diferentes, la tintura no cumplirá las expectativas y los términos empleados por el Dr. Rubini, y que pasara?
Las experimentaciones y el remedio se dejaran de lado, documentadas como poco fiables, como ficción. Aun admitiendo, a favor del argumento, es decir; Que la misma planta o bien haya crecido aquí salvaje o peor aun haya sido creada artificialmente en los invernaderos, será acaso prudente, seguro, o consistente, el hacer la primer experimentación clínica con cualquier otra preparación que la utilizada y aplicada en las experimentaciones en el hombre sano? El clima, el suelo, las estaciones, todas las influencias solares y lunares, así como una variedad de otras causas, sin duda deben modificar o cambiar los poderes medicinales de una planta.
“El admitir a un nuevo candidato seguramente dependerá sobre el resultado del experimento, y solo en eso. Si la experimentación resulta una ficción, como fueron las del Dr. Fickel, (ya que no pueden ser otra cosa más que ficciones, imposibles y falsedades).
La atención fue llamada a la aplicabilidad del remedio en ciertas formas de enfermedad, (traducción pagina 13) pero el docto analista, Dr. Ludlam, está totalmente en un error cuando intenta estigmatizar al autor, y traductor, (que por cierto, es solo responsable de una correcta traducción) como de nuevo, recomendando un nuevo remedio especifico, que como otros, probara un engaño, etc. Como todas las otras medicinas será un específico en cuanto sea homeopático a un caso dado.
Medicamentos específicos para enfermedades específicas son los fantasmas que conducen a sus engañados seguidores al eclecticismo. Los homeópatas nunca pueden buscar tales específicos. Si el crítico consumado probara el experimento y prescribe cactus grandflorus homeopáticamente, ganara el engrandecimiento de la profesión por comunicar los resultados de su experimento, sus hermanos darán por sentado que su motivo fue el avance de la escuela, y cualquiera que exprese una opinión contraria será considerado poco caritativo, injusto, y muy impertinente. Dejando al analista el placer de disfrutar aun más de lo que él llama “Ingles Abominable”
Ahora reportare algunos pocos casos:
El primer caso fue amablemente enviado por nuestro infatigable colega el Dr. Dunham.
Caso 1.
A B. edad 28 años, que había estado generalmente saludable, en-listado en el ejercito en Julio 1864, después de tres meses presento reumatismo articular agudo, en la espalda y extremidades. Después de una larga estancia en el hospital. Se le envió fuera del servicio como incurable. Poco a poco cobro fuerza, pero aplico a mí, en marzo 1865, y presentaba la siguiente condición:
Condición muscular, favorable, extremidades libres de rigidez, o hinchazón, músculos lumbares sensibles a la presión y rígidos, especialmente al moverse por primera vez después del reposo. Extensivo embotamiento precordial soplo con el primer sonido del corazón. Una constante sensación de constricción en la región del corazón y epigastrio, como si el corazón fuera comprimido por una mano de hierro “Esta sensación es muy preocupante, es agravada por esfuerzo muscular y sobre todo por la lectura en voz alta, o por hablar en voz alta. CACTUS 100, dos dosis aliviaron al paciente en su totalidad. Sin regreso del mal hasta el día de hoy. El aun esta bajo observación, (síntoma 64 se confirma fuertemente).
Caso 2.
Una dama, de ochenta años de edad, se queja de constricción periódica del pecho, con desmayos y palpitaciones del corazón, peor por la mañana y después de levantarse, puntadas periódicas en el corazón, todos estos síntomas desaparecieron después de dos dosis de CACTUS GRANDI. 75M. Se confirman los síntomas 65, 66, 67, 73, 74. Síntoma 7 un dolor presivo en la cabeza, como si un gran peso se recostara sobre el vértice ha sido repetidamente removido por CACTUS GR. Especialmente cuando las menstruaciones regresaban con demasiada frecuencia y eran demasiado profusas.
Caso 3
Una señora de 40 años de edad, quien se quejaba a menudo de palpitaciones del corazón y de reumatismo, fue, por CACTUS GRAN. 10M prontamente aliviada de reumatismo, primero en las manos después los pies, peor en la mañana y al comenzarse a mover, las plantas de los pies se sentían como si estuvieran magulladas cuando caminaba. El reumatismo de CACTUS GRAN. Va de arriba hacia abajo y el de LEDUM de abajo hacia arriba.
Un número de pacientes se han beneficiado por CACTUS GRAN. Pero el tiempo de la mejoría no ha durado lo suficiente aun, como para justificar su denuncia como curaciones.
El Dr. G Duhiing publico en una revista occidental, “Estoy en mi sexagésimo segundo año, y durante algún tiempo he tenido un gran sufrimiento con bronquitis crónica que se acompaña con un estertor de moco, tanto a través del día como todas las horas de la noche, opresión de la respiración con una tos espasmódica, también ataques frecuentes cuando trato de subir y bajar escaleras. Varios remedios probados resultaron inútiles hasta que concluí por probar con algo de “Tintura madre” de Cactus Grandiflorus, que accidentalmente había preparado el año pasado, y esta de primera restauro mi salud.
El síntoma 89 de las experimentaciones queda verificado.
El Dr. Chapman recomienda Cactus, en un caso de metástasis de reumatismo al corazón, (Vide. Annals of the British homeopathic society No. XXI, pagina 240).
ADOLPH LIPPE MD.
[1] British journal of homeopathi, No. XC, Oct, 64, pagina, 543.
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