Por. C.W. Boyce, M. D.
(The Hahnemannian Monthly, Vol. 1, Junio 1866)
Una pequeña, (12 de Septiembre) 8 meses de edad, hija del Rev. B. G. Ives, de Auburn, Nueva York, cuando tenía tan solo, 3 semanas de edad, fue llevada por su madre a visitar a sus abuelos; hasta este día no había salido nunca del cuarto en el que nació. Mientras que en la casa de los ancianos, todos, por supuesto querían ver y abrasar al bebe. Las caras nuevas y la emoción parecen haberle afectado y antes de ser sacada de la casa la pequeña parecía asustada. Cual grande impresión pudo ser que la madre no podía calmarla, la excitación solo seso gradualmente. Dormía poco, durante un largo periodo, ni tampoco crecía. La comida parecía no hacerle bien y los intestinos se volvieron obstinadamente constipados. Lo que pasaba por los intestinos con la ayuda generalmente de inyecciones eran bolas duras y oscuras, como el excremento de oveja, esta condición duro varias semanas, después de las cuales gradualmente desapareció. Pronto después de que la niña mejorara de este primer problema, debido a enfermedad de un pariente de la familia fue necesario sacarla de nuevo de la casa y las caras de los extraños se encontraban una vez más sobre ella, el efecto sobre la pequeña fue el mismo, y fueron obligados a regresarla a casa de una vez. Los efectos de este susto fueron más duraderos pero del mismo carácter.
Los intestinos estaban obstinadamente constipados y lo que pasaban era de la misma naturaleza dura, seca, y grumosa. Tan serio había sido el efecto sobre la pequeña, que en Agosto 6, 1865, cuando de primera vi el caso, aunque con 7 meses de edad pesaba solo una libra más de lo que había pesado cuando nació, la comida no la nutria, había constante inquietud, con poco de sueño y esto solo por algunos minutos a la vez. Parecía hambrienta y de buena gana comía lo que le daban. Tomaba el cuidado que era usual para un pequeño. (La mama estaba saludable). Durante estos cinco o seis meses no ha pasado nada por los intestinos que no sea bolas, duras, oscuras, expedidas con dificultad. Constante somnolencia con inhabilidad para dormir y un malestar doloroso.
El sistema nervioso y digestivo estaban tan trastornados que ni siquiera realizaban sus funciones. Al comparar el caso con la patogenesia de OPIUM, los siguientes síntomas se encontraron semejantes a los del remedio.
“Enfermedades como consecuencia de un susto o miedo, excesiva sensibilidad, del sistema nervioso a impresiones externas, insomnio por debilidad excesiva, constipación obstinada, estreñimiento durante seis u ocho semanas, nada más que bolas duras, y pequeñas pasan, muy somnoliento sin embargo es incapaz de conciliar el sueño, malos efectos de miedo o temor o bien de alegría súbita.”
Estas indicaciones llamaron por OPIUM, y no teniendo ninguna a excepción de la 200 de Lehrman, esta dilución fue dada, una sola dosis a las 8 pm, Agosto 6, 1865. La niña durmió casi la mitad de la noche, por la mañana paso heces de gran tamaño con poco esfuerzo, y continúo diariamente defecando bien, por una semana hasta que fue de nuevo asustada. Justo una semana después de que OPIUM se administro con tal rápido alivio, el hermano dejo caer a la niña de un pequeño vagón, del que estaba tirando, y esto asusto tanto a la pequeña que una condición similar a la del principio se produjo. Se repitió OPIUM, pero el efecto no fue tan rápido como antes. Varios días tuvieron que pasar para que los intestinos trabajaran y el sueño regresara. OPIUM fue dado cada noche por 4 días y luego se discontinuo. Una diarrea verde siguió que duro algún tiempo, a partir de este momento el mayor cuidado se puso para prevenir cualquier susto, y varias semanas pasaron sin una orden para visitar a mi pequeño paciente, Septiembre 11, 1865, la tos ferina ataco al niño, y fue necesario prestar una visita.
La apariencia de la niña era totalmente diferente, y pesaba tres libras más que el 6 de agosto, cuando se dio la primera prescripción. La digestión era buena y los intestinos regular, duerme regularmente y dulcemente.
Estos síntomas condujeron a la administración de OPIUM:
Causado por miedo o temor.
Estreñimiento cuando había heces consistían en bolas duras y oscuras.
Somnolencia con incapacidad para dormir.
Octubre 17, 1865, esta pequeña creció maravillosamente desde el record de Septiembre 11, 1865. No ha habido más sobresaltos ni más estreñimientos. Duerme bien, y se nutre bien de lo que come. Hace dos semanas despertó de su sueño con todos los síntomas del nerviosismo, como si hubiera despertado de un sueño terrible pero una dosis de OPIUM, la calmo de inmediato y antes de anochecer estaba tan bien como siempre.
C.W. Boyce, M. D.
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