Por. Phineas Parkhurst Wells M. D.
Traducido de: (The Homeopathic Physician Journal, Vol. 9, Pagina 215, 1889)
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A los editores de Homeopathic Physician:
Caballeros: -- En su tema para Marzo, 1889, su altamente estimado corresponsal, cuyo nombre es dado arriba, entro al terreno en contra del tratamiento de crup practicado por Boenninghausen por muchos años, así como por su servidor y mis colegas por un corto periodo, con un éxito incomparable, y, en cuanto a lo que yo sé, hasta el día de hoy sin ningún solo fracaso en la curación, y da las siguientes tres razones de su desapruebo del método:
1. “Está tratando a una enfermedad por su nombre, y no al paciente, por lo tanto ignorando totalmente el tratamiento de la totalidad sintomática.”
Hay un fundamento aparente para esta objeción en el principio fundamental que demanda el tratamiento de la persona enferma y no de ningún nombre que la fantasía o cuasi- ciencia, haya dado a la enfermedad que deba tratarse.
Este principio no ha sido más bien reconocido y obedecido por ningún otro hombre como por Boenninghausen, y había tratado “más de 400 casos de Crup membranosa sin ninguna sola perdida” cuando me dijo como lo había hecho. Para nosotros no es fácil el poder creer que un mejor record se haya podido haber obtenido con un tratamiento diferente. En mi práctica, el mismo tratamiento se ha mostrado uniformemente exitoso hasta el día de hoy.
Entonces, el principio descrito arriba, siendo admitido como obligatorio en todo esfuerzo clínico bajo la guía de la ley de los semejantes, y el éxito arriba mencionado siendo “hechos,” la cuestión se pregunta a sí misma; Si aquí;
¿La violación al principio, es más bien aparente que real?
Quizás la pregunta se responda de esta manera. En nuestro intercambio de ideas sobre enfermedades, estamos obligados a usar nombres para las llamadas- enfermedades, y no hay fracaso en el deber, a la ley de la terapéutica o a sus principios cardinales, cuando los usamos. Hay nombres de enfermedades que, cuando son mencionados presentan a la mente una imagen que se repite tan perfectamente en los ejemplos sucesivos de esta enfermedad, que el nombre contenido en ella, a la mente inteligente, da una expresión más o menos completa de la totalidad del fenómeno de esa enfermedad. No hay duda de que el tratamiento de Boenninghausen fue el resultado de los hechos del crup, y no del mero nombre.
El Doctor dice;
2. “Esta alternando remedios.”
Ciertamente hablo a la ligera. Creo, su corresponsal es lo suficientemente inteligente para reconocer las diferencias entre “sucesión” y “alternancia.” Boenninghausen nunca alterno remedios, y en su método con el Crup, no hizo excepciones en sus hábitos en este aspecto.
Y más aun;
3. “No es la forma más exitosa de curar Crup.”
“Acaso tiene su corresponsal un record más exitoso que nos pueda presentar de tratamiento de Crup llevado a cabo de alguna otra manera.”
“Entre cuatrocientos y quinientos, casos de crup, sin una sola perdida es ciertamente un notable y buen record, y este me fue dado por el mismo Boenninghausen, en Abril 1858, como resultado de su experiencia entonces, con su método.”
Pero el Doctor dice esto; “No es la forma más exitosa.” Entonces;
¿Cuál es la mejor y donde está su record?
P. P. Wells.
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