Por: M. F. C. von Boenninghausen.
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Esta es la primera medicina discutida en la Materia médica Pura.
I. El número de síntomas en las diferentes ediciones es el que sigue:
A. En el Fragmenta de 1805 hay 101 de sus síntomas propios y 315 reunidos por otros, todos juntos 416.
B. M.M.P. de 1811 contiene 176 de sus propios, 474 por otros, todos juntos 650.
C. M.M.P. segunda edición de 1822, 380 de sus síntomas propios, 1,042 de otros, todos juntos 1,422.
D. Ibíd. Tercera edición, 1830, (ahí los síntomas no se mantienen separados) juntos 1, 440.
A partir de esto puede parecer que la experimentación de este remedio es suficiente ya que desde 1822 a 1830 en un espacio de 8 años el numero de síntomas se incremento en solo 18, mientras en los 11 años de 1811 a 1822 el número se había más que duplicado.
II. En lo que respecta a las partes de la planta belladona, sometidas a la experimentación leemos:
a. En la Fragmenta, “El jugo de toda la hierba espesada por el calor del sol. Solo en las notas adjuntas de otros encontramos en doce autores; de las bayas, en uno de las raíces, en agua, en una las hojas, mientras que los otros no hacen ninguna observación al respecto.
b. En la primera edición de la MMP leemos; El jugo fresco exprimido de las hojas ya sea espesado al sol, o mezclado con partes iguales de alcohol.
c. En la segunda edición “El zumo recién exprimido de toda la planta al comienzo de su floración, mezclado con partes iguales de alcohol.
d. La tercera edición es la misma que la segunda.
De esto se desprende que los síntomas apropiados y más fiables se obtienen a partir del jugo expresado a partir de la planta entera o de las hojas, pero no de las bayas. En estas experimentaciones originales de belladona por lo tanto no hay razón para preferir las bayas para preparar la medicina, ni siquiera para ponerlas al mismo nivel que el jugo de la planta verde y es de sorprender que Jenichen que de otro modo era tan estricto preparaba las altas potencias a partir del jugo de las hojas; (200, 400, 800, 900, 1,100, y 2,000 potencia), y también algunas de las bayas; (1,000, 1,600, y la 2,000 potencias).
Sin embargo, mis propios experimentos han demostrado la eficacia de esta última, y donde era necesario repetir el remedio al aumentar la potencia, he encontrado útil en varios casos alternar las preparaciones de las hojas con aquellas de las bayas. Las palabras añadidas “En el momento de su floración” se refieren a la experiencia de que en esta etapa de su floración el jugo es más activo.
III. En cuanto a la duración de la acción de una dosis de Belladona leemos lo siguiente:
Una en el fragmenta, “Su fuerza dura por lo menos 58 horas y un máximo de 72 horas (En el trabajo clásico de Noack- Trinks de 1843 la duración de la acción de dosis más pequeñas en las enfermedades es dada como duradera (2, 4, 6, 8, 12, y 24 horas).
b. En la primera edición de la MMP, leemos; “Me lleva a concluir por medio de indudables experimentos que su acción continua por más de 11 días”. (Aquí el cuidadoso observador inmediatamente comenta) “No existe otra medicina que tenga tanto tiempo de acción, que actué en tan variables condiciones alternas (dobles y triples) como BELLADONA. De ninguna de estas condiciones alternas se puede decir que se encuentran fuera del efecto primario.”
c. La segunda edición de la MMP, contiene la segunda declaración al respecto:
“En la dosis mínima antes mencionada”- las indicaciones que se dan a continuación- BELLADONA, cuando el caso de enfermedad la requiere, es curativa, incluso en las enfermedades más agudas aunque, por otro lado, sirve no menos en las dolencias mas crónicas ya que la duración en su acción en dosis largas excede las tres semanas.”
e. En la tercera edición nos encontramos con el mismo pasaje, pero con dos adicciones importantes, dicen lo siguiente:
EN LA MISMA MÍNIMA DOSIS BELLADONA CUANDO EL CASO DEMANDA SU HOMEOPATICIDAD, ES CURATIVA AUN EN LAS ENFERMEDADES MAS AGUDAS (EN LAS QUE PRODUCE SU ACCIÓN CON RAPIDEZ, DE ACUERDO A LA NATURALEZA DE LA ENFERMEDAD) AUNQUE, POR OTRO LADO, ACTUARA NO MENOS EN LAS DOLENCIAS MAS CRÓNICAS, DONDE SU PERIODO DE ACCIÓN, INCLUSO EN LA DOSIS MAS PEQUEÑA, SE ELEVARA A TRES SEMANAS Y MAS.
En vista de estas declaraciones definitivas del gran maestro por medio de la observación, cuya afirmación nadie se atreve a objetar, debe parecer extraño que en el espacio de 25 años de (1805- 1830) la duración de la acción de una dosis ha aumentado en la misma proporción en que el tamaño de la misma se ha visto disminuida, como veremos en seguida.
¿Cómo se concilia esto en las declaraciones temerarias de muchos de nuestros jóvenes homeópatas?
IV. En la declaración sobre el tamaño de la dosis encontramos el mismo progreso que en la declaración solo aducido a la duración de la acción.
a. En el “Fragmenta” de hecho no se encontró ninguna declaración, ya sea en esta o en cualquiera de las otras medicinas en cuanto al tamaño más adecuado de la dosis.
b. Del mismo modo en que poco encontramos una declaración en cuanto a este punto en la primera edición de la MMP, LA PRACTICA EN ESOS TIEMPOS PÁRESE HABER SIDO EN DAR GOTAS DE LAS TINTURAS O DE CUALQUIERA DE LAS BAJAS POTENCIAS, COMO PARECEN HACERLO AHORA DE NUEVO DESPUÉS DE 50 AÑOS.
c. Es solo en la segunda edición que Hahnemann se expresa en cuanto a este asunto con las siguientes palabras; “Por medio de cientos de experimentos con pacientes me he visto obligado a descender a la dilución decillón y de encontrar la parte más pequeña de una gota más que suficiente para una dosis, para cumplir toda acción curativa con esta medicina.”- esto seguido por la bien conocida dirección para la preparación de esta dilución, decillón (por la escala centesimal), cada dilución siendo sacudida con diez golpes hacia abajo del brazo.
d. Esta declaración de la experiencia, en cuanto al tamaño suficiente de la dosis se repite sin cambios y textualmente en la tercera edición, y solo una observación se añade en la explicación de lo que significa (la parte más pequeña de una gota) este texto es el siguiente:
“Al dar una bolita del tamaño de una semilla de amapola (trescientas de las cuales pesan un grano) humedecido con él como una dosis, damos menos de una milésima parte de una gota de la dilución decillón , espiritualizada ( potenciada ) por agitación, que con una de esas gotas mas de mil dichos gránulos pueden ser humedecidos”
Estas declaraciones son tan claras, y basadas por el autor amante de la verdad de nuestra escuela como el nos asegura expresamente en tantos hechos repetidos desde hace años tanto que no podemos dudar de forma racional, incluso si no hemos tenido la posibilidad de probarlos de nuevo por nuestros propios experimentos. Por supuesto, los efectos de esta y otras medicinas muy potentes siguen siendo muy grandes en la tintura y en las diluciones bajas. Pero como todos los medicamentos sin excepción son en sí mismos una sustancia que provoca enfermedad en el cuerpo, por lo tanto perjudicial. “Es sin duda recomendable no excederse (usar mas) para producir efectos curativos pretendidos por esta medicina.”
Ahora cuando un número de observadores exactos han averiguado por numerosos y continuos experimentos que estas pequeñas dosis de altas dinamizaciones cuando se utilizan de forma adecuada y homeopática actúan no solo tan bien, sino que más ampliamente que las potencias bajas, parecería indudable que la racionalidad de su progreso exclusivamente propio de la homeopatía debiera recibir la absoluta preferencia. Es necesario todavía añadir una palabra en cuanto a la no probada y totalmente falsa afirmación de que Hahnemann en los últimos años de su vida regreso al uso de las dosis masivas y las diluciones bajas, la respuesta a esto pertenece a la contrariedad de las cosas nuevas con las antiguas citadas de la infancia de nuestra ciencia; y no deben pasar en silencio aquí, porque las fuentes desde donde deben elaborarse pueden no ser accesibles a muchos.
Lo único autentico que sabemos acerca de las ultimas curaciones de Hahnemann, es lo que he comunicado en el "Neues Archiv fuer die homöopathische Heilkunst" (1844), Vol. I, No.1. Página 69, bajo el titulo, “Tres advertencias por Hahnemann” en este trabajo encontramos impreso textualmente (pagina 80 etc.) un documento adjunto tomado de la última carta de mi nunca a ser olvidado maestro y amigo, de Abril 24, 1843, por lo tanto (solo unos pocos días antes de su muerte) firmado por el mismo con una mano temblorosa, y siempre por él, con la fecha y domicilio. En este documento, que conserve, así como muchas otras cartas de él, con el máximo cuidado, me comunico a petición mía, dos de sus más recientes curaciones, estas dan testimonio de la medicina que usa primero BELLADONA Y HYOSCYAMUS X, (30 potencia) con la dosis de un pequeño glóbulo, era la dinamización más baja, pero además de esto, el único glóbulo era disuelto en siete cucharadas de agua y se agita, y de esta solución una cucharada se agita en un vaso lleno de agua y de este solo una vez al día (en la mañana) una cucharada de las de café debe tomarse. Después de unos cuantos días se tomaba de este primer vaso una cucharada de las de café, esta se vertía en un segundo vaso de agua y de este se tomaba aumentando por una cucharada todos los días, pero solo una vez al día. De los otros remedios usados en estas dos curaciones (SULPHUR, MERC, Y NITRIC ACID) nuevas dinamizaciones fueron usadas, QUE SERÁN DESCRITAS EN LA SIGUIENTE EDICIÓN DEL ORGANON, LA PECULIAR PREPARACIÓN QUE ES BIEN CONOCIDA POR MI, QUE REQUIERE MENOS TIEMPO Y PROBLEMAS PERO QUE ESENCIALMENTE PRESENTA NUESTRAS ACTUALES POTENCIAS ALTAS Y BAJAS, PERO HABIENDO DADO MI PALABRA DE HONOR NO ESTOY AUN EN LIBERTAD DE PUBLICAR MAS DE ELLO. ASÍ TAMBIÉN ESTAS PREPARACIONES SE DAN EN LA DOSIS DE UNA SOLA PASTILLA DISUELTA YA SEA EN IGUAL CANTIDAD DE AGUA O SE APLICAN SIMPLEMENTE POR OLFACIÓN.
Por medio de estas antes desconocidas dosis mínimas, se efectuó una restauración de estos ambos casos en un tiempo comparativamente pequeño, el primero de estos dos casos era un padecimiento agudo relacionado con el cerebro, y el otro una enfermedad crónica complicada. Es especialmente curioso que la acción propia de estos remedios, y aun su efecto primario pueda ser claramente distinguido en el curso de la enfermedad.
Quien quiera que ponga en duda o incluso niegue estos y miles de otros hechos denunciados por hombres dignos de fe, simplemente porque no pueden comprenderlos, a ese hombre no se le debe tratar de convencer, y debe ser abandonado a manos de su grosero materialismo, que no permitirá una demostración del hecho por medio de un razonamiento a priori de que una sola chispa de fuego puede incendiar toda una ciudad y consumirla. Seria en verdad una tarea inútil para demostrarle a un hombre ciego la luz del sol, y a un sordo el ruido de un trueno, pero ambos serian dignos de lastima, si negaran uno u otro porque sus nociones o percepción no les alcanzan.
V. En cuanto a los antídotos de belladona, que, a excepción de los casos de intoxicación, solo son necesarios cuando se da en muy grandes dosis.
a. El “Fragmenta” no contiene ni uno.
b. En la primera edición de la MMP, Hahnemann nos asegura que el vinagre como hasta ahora se ha enseñado, y es casi en la actualidad lo que se enseña universalmente, (ser un antídoto contra sus efectos nocivos), no solo no los alivia si no que los agrava. Por otro lado, el Tartaro emético dado como emético, donde se ha tragado una cantidad de bajas de belladona así como también el café fuerte bebido en grandes cantidades y después pulsatila, vino y alcanfor, son mencionados como útiles. Este ultimo sin embargo solo como probable. Debo omitir las declaraciones más específicas hasta que describa la tercera edición que también reafirma la vieja, completada por experiencias posteriores.
c. En la segunda edición de las observaciones en cuanto a los efectos perjudiciales del vinagre se repite y se confirma por las observaciones de Stapf. Por otro lado, no hay mas mención hecha sobre Tartarus emético que sería probablemente superado en su acción por camphor u Opium, por la capacidad de causar vomito, después de la primera bebida de café fuerte que aquí opera antipáticamente, hacer cosquillas en la garganta con una pluma se tomara como suficiente. Además de esto se mencionan como antídotos: Jugo de amapola (opium), Hyoscyamus, vino, pulsatila, Calcareous Sulphuret de Lime (Hepar sulph. calc.), como siendo capases de contrarrestar varios efectos nocivos de belladona.
d. La tercera edición de la MMP, contiene en su prefacio a belladona una considerable declaración ampliada en cuanto a los antídotos de esta medicina que han demostrado ser más eficaces a estos debo unir entre paréntesis de acuerdo a mi propia experiencia.
A la cabeza de la lista encontramos de nuevo los efectos nocivos del vinagre señalados juntamente con la confirmación por Stapf. (Yo también he observado lo mismo en pacientes varias veces que por consejos de otros aplican paños con vinagre para calmar el dolor de cabeza, e hinchazón roja del brazo.)
El jugo de amapola, que se añade a continuación, calma los ataques paralizantes y los dolores en el abdomen y quizás también la somnolencia que resulta de belladona. (De acuerdo a mi experiencia y la de otros esto último es siempre el caso, pero lo primero no a menudo, tal vez por la razón de que también el vinagre no muestra efecto sobre esto y de hecho en la mayor parte de los efectos nocivos resultantes del jugo de amapola, por lo que no corresponde con los principios de la homeopatía).
El efecto de embotamiento, frenesí y furia son pronto aliviados por unas cuantas dosis de beleño, (Hyoscyamus) la intoxicación por el vino. (De la exactitud de la declaración anterior conservo una memoria agradable, debido al hecho de que este remedio guardo y restauro completamente a una persona que ya había tenido hidrofobia por varios días y había recibido belladona en dosis alopáticas excesivas y ya estaba cercas de la muerte). Varias personas han encontrado útil el vino. Para contrarrestar el primer síntoma (stramonium) podría ocasionalmente estar indicado. Un estado lloroso con escalofríos y dolor de cabeza, dentro de lo que cabe, pronto desaparece después de una pequeña dosis de pulsatila (pero ocasionalmente más rápido por una pequeña dosis de coffea, que en este caso actúa homeopáticamente, no antipáticamente, especialmente cuando una gran sensibilidad de los nervios está conectada con ello como suele ser el caso.
Después de la ingestión de las bayas, una gran cantidad de café fuerte debe ser tomada, para restaurar de forma antipática primero la irritabilidad del estomago, luego se debe hacer cosquillas en la garganta con una pluma por lo que las bayas serán lanzadas afuera (esto rara vez ocurrirá después del tártaro emético que se aconseja en primer lugar). Después de esto unas cuantas dosis de Hyoscyamus, mejor dado elevando la potencia y en pequeñas cantidades, será necesario. Pero si ya después de haber vomitado las bayas el vomito no se detiene, YA ENTONCES NUX VOMICA SERA HOMEOPATÍCO AL CASO y ayudara.
La inflamación resultante por belladona, simulando erisipelas, pronto será eliminada por Hepar sulphuris calcareum, ( o por lachesis, si es azulada y transparente o por acónito, si hay fuerte fiebre e inquietud con él).camphor también muestra gran poder de antídoto contra algunos de los estados mórbidos producidos por belladona.
A la cabeza de todos los antídotos contra los males que resultan de belladona, sin duda destaca el beleño (Hyoscyamus nig). Pero ademas de los casos mencionados anteriormente hay casos que exigen moschus o sepia, sin excluir otros, los cuales, de acuerdo con sus síntomas probados corresponden homeopáticamente a algunos de los problemas más raros. Porque en su acción homeopática también se contiene su poder de antídoto, siendo así, el otro poder curativo de la medicina.
Estamos, por lo tanto, perfectamente en sintonía con la conclusión de que el remedio que posee la habilidad de moderar o extinguir, anti dotar, la acción de la mayoría de los medicamentos o de muchos de ellos, también posee, las mas múltiples virtudes y debe por lo tanto atraer especialmente la atención. Yo aquí me siento llamado a traer este hecho a nueva consideración apuntando especialmente a camphor, que, de acuerdo a la experiencia puede ser usado como el primer antídoto para dos tercios de nuestras medicinas, y también me siento llamado a declarar que la amplia virtud de este remedio solo puede ser reconocida en su gran poder de policresto, cuando es usado en las dinamizaciones altas y más altas, esto lo sé de mi propia múltiple experiencia. He visto los mejores resultados no solo de mi propia y muy usada potencia 200 si no también de la 1,000 potencia de jenichen en enfermedades que se han complicado a través del uso de muchos remedios violentos y mal aplicados, también he visto la acción de este remedio, que por lo general se considera que se extiende a mas que 15 minutos, extenderse más allá de 48 horas, y también he sido capaz de repetirlo después de una dosis de intervención de OPIUM con el efecto más favorable. Estas experiencias no deben ser ignoradas ya que recibimos muchos pacientes que han sido inundados con remedios alopáticos, donde se requiere una gran ayuda.
VI. Excedería demasiado los límites de este artículo, si me esforzara para enumerar las virtudes más destacadas de belladona, y lo probaría con los síntomas correspondientes. Quien quiera leer sobre ello más extensamente, lo remito al “Manual de materia medica homeopática de Noack y Trinks” que he mencionado antes donde en este epígrafe se encontrara en la página 239, etc, Vol 1, cuatro páginas de letra pequeña que dejara satisfecho su deseo de información.
Por lo tanto me limitare a la conclusión de exponer brevemente los requisitos de un síntoma útil, como estos han venido a ser más conocidos y considerados en el curso del tiempo.
Se necesita solo dar una mirada superficial al “Fragmenta” y los síntomas enumerados allí y en la primera edición de la MMP, para convencernos de que el bien conocido:
quis, quid, ubi, quibus, auxiliis, cur, quomodo, quando?
Ha recibido allí una muy defectuosa consideración. Pero era imposible que al iniciar el curso de las primeras experimentaciones Hahnemann supiera que casi toda medicina actúa en la mayoría de las partes del organismo. Con frecuencia, de hecho de una manera muy similar, y que las diferencias individuales entre los diferentes tipos de acción son casi solo indicados por las diversas combinaciones de los síntomas entre sí, pero más distintivamente en sus modificaciones que causan una diferencia en el tiempo, la posición, y las circunstancias, con respecto a mejoría o agravación de los padecimientos causados. Como Hahnemann nos aseguro, El prejuicio inveterado expresado en las prescripciones solo puede superarse gradualmente, es decir, (el que cada remedio influye de manera curativa en una u la otra enfermedad natural, y que por lo tanto varios de ellos deben ser prescritos juntos en una prescripción, de acuerdo a satisfacer todas las llamadas indicaciones).
Esto explica fácilmente por que los primeros síntomas experimentados fueron los más escasamente dotados de tales condiciones características y la mayoría de las circunstancias secundarias que se refieren al tiempo que había pasado después de tomar el medicamento hasta que el síntoma aparece en cuestión. Solo la practica continua y el cada vez mayor número de indicaciones similares de los diversos medicamentos ha producido cada vez más el deseo de mantener estas diferencias en vista, e investigarlas con el más grande cuidado.
Si examinamos con estos conocimientos en mente, las diferentes experimentaciones de los primeros tiempos y los posteriores, fácilmente podemos descubrir que las más nuevas se distinguen de las más antiguas de una manera ventajosa y decidida y que los síntomas recién añadidos ofrecen tal suplemento a manera útil según los requisitos. Este es especialmente el caso en los remedios tratados por Hahnemann en la segunda edición de Las enfermedades crónicas, que en parte habían sido probados a principios, pero que dejan muy poco que desear en esta nueva forma, aunque incluso estos no se han quedado sin tocar por los dedos de nuestros jóvenes disputantes. Ojala que nuestros sabios, colegas experimentados y diligentes, que dedican sus facultades a la purificación de la Materia Medica Pura, dirijan sus actividades más bien a este tipo de afinación, en vez de malgastar su tiempo cazando una poca importante y en su mayoría inútil, Mención!
“CADA SÍNTOMA COMPLETO EN TODOS LOS SENTIDOS PUEDE SER CONSIDERADO COMO UN DIAGNOSTICO EN SI MISMO, QUE PRESENTA UNA CARACTERÍSTICA DE UN REMEDIO, TAL COMO UN CENTENAR DE SÍNTOMAS GENERALES QUE SON COMUNES A MUCHOS REMEDIOS, E INCOMPLETOS, NUNCA NOS PODRÁN AYUDAR.”
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