Tomados de; “The lesser writings of C. V. Boenninghausen,” recopilación de T. L. Bradford.
![](https://static.wixstatic.com/media/5c42d7_b138c77afc5d4c5f848366802994868b~mv2.jpg/v1/fill/w_195,h_230,al_c,q_80,enc_auto/5c42d7_b138c77afc5d4c5f848366802994868b~mv2.jpg)
1) El primer caso corresponde a mí, mismo. En mayo 1833, después de esfuerzos mentales excesivos, demasiada ocupación sedentaria y noches de vigilias, en el transcurso del invierno, causadas por múltiples ocupaciones oficiales, que eran entonces de mí incumbencia, llegue a un estado muy concurrido, durante el cual, por así decirlo, para recreación había llevado mis estudios de homeopatía y de botánica, a finales de Febrero me sentí mal, con pérdida de apetito, adelgazamiento, evacuaciones indolentes, etc., sin estar realmente enfermo. Debido a la ausencia de síntomas definidos no tome ningún remedio solo cambie mi régimen de vida y mi dieta, con la esperanza de recuperar lo que se había perdido por errores manifiestos anteriores.
Aunque mis expectativas fueron decepcionadas; mis dolencias aumentaron día tras día, aumentaron por un muy violento convulsivo y constrictivo dolor del lado derecho del abdomen, con severa distención del mismo, y constipación total.
Ahora trate con una olfacción de NUX VOMICA 30 pero sin ningún éxito. Sí, hubo un empeoramiento, mis sufrimientos mientras tanto aumentaban continuamente, ahora no había obrado ya en el transcurso de 11 días, los dolores en el lado del abdomen eran horribles, y otros signos dieron la indicación clara de que estaba sufriendo de cruzamiento de los intestinos (íleo) en la región en la cual yo sufría de estos terribles dolores.
Esta condición fue la más desesperante ya que la imagen de los síntomas que yo mantenía con gran exactitud durante la segunda mitad de mi enfermedad, completándola día tras día, (Aunque ahora no podía encontrarla, porque fue escrita en una hoja aparte) no se parecía a ninguno de los remedios homeopáticos que hasta entonces se habían mostrado útiles en este tipo de enfermedad. En esta angustia, que ya había alcanzado el punto más alto, recibí la visita, además de dos médicos mayores que aquí yo había convertido a la homeopatía, también de otros dos amigos, que Vivían lejos, (que cuando lean esto lo recordaran con placer) y todos ellos me aconsejaron que tomara NUX VOMICA. En dosis más grandes, como el remedio que en tales casos se había probado más frecuentemente útil, seguí este consejo por unanimidad, a pesar de que iba en contra de mi propia convicción y tome el día 11, toda una gota de la 12th de NUX VOMICA, no solo sin éxito sino que con una agravación y la adición de nuevos síntomas que podían ser reconocidos como síntomas primarios de este remedio, lo que demuestra como lo había previsto lo inapropiado de la medicina seleccionada. El día siguiente (el 12) mis amigos regresaron, reconocieron su error y ahora me recomendaron COCCULUS, del cual inmediatamente tome una gota de la 6ta potencia. Este medicamento que tampoco correspondió a los síntomas, no tuvo efecto y en vista se repitió en la tarde, cuando ellos con las mejores intenciones propusieron otros posibles e inadecuados remedios, yo les declare tajantemente que no tomaría de nuevo un remedio homeopático hasta que la selección del remedio correcto se mostrara clara para mí.
Así estaban las cosas. La noche del día 12, y quedaban pero pocas esperanzas de conservarme para mi numerosa familia, cuando, con un esfuerzo de mi total fuerza de voluntad, superando los enormes dolores abdominales que aumentaban continuamente, tome la imagen de los síntomas a mano, decidí no renunciar hasta que no encontrara el remedio adecuado o entregarme a la muerte por mis tormentos. Había llegado ya la media noche antes de que me fuera permitido encontrar en THUJA la medicina que contenía las características de mis tormentos tan claramente que hice que me entregaran el botiquín de una buena vez, e inhale una vez con cada fosa nasal los comprimidos que habían sido humedecidos desde hace un año con la dilución trigésima.
¿Qué puede describir la alegría de un hombre en la desesperación cuando se ve así mismo salvo?
En cinco minutos los dolores comenzaron a disminuir del punto de concentración de dolor del abdomen y en 10 minutos tuve una descarga tan copiosa de los intestinos después de haber permanecido constipado por 13 días. De inmediato caí en un sueño reparador que me había perdido ya por largo tiempo, y cuando mis amigos me visitaron al día siguiente, estaban tan asombrados como alegres cuando les conté los acontecimientos de la noche anterior. La mejoría de mi condición ahora continuo de forma constante sin más medicina, y solo unos pocos días después tuve la oportunidad de avisar a mi querido amigo y maestro Hahnemann de mi rescate de la muerte. Podría aquí cerrar esta cuenta, tan instructiva para mí como para mis amigos sino me sintiera impulsado de dar a los admiradores de nuestro difunto padre Hahnemann una nueva prueba de su rara visión médica, que fue manifiesta por este mismo incidente.
Mi última carta, llego, es decir en algún momento en Coethen, cuando Hahnemann mismo se encontraba muy enfermo, por lo que su respuesta del 28 de Abril llego a mis manos los primeros días de Mayo de 1833, Lo que escribió ahí sobre su propia enfermedad y sobre la mía debo anunciarlo con sus propias palabras:
“A pesar de la gran atención que tome, alguna aflicción sobre *** (*) pudo haber contribuido a la obtención de un catarro sofocante, que por siete días antes del 10 de Abril, y durante catorce días después trataba de ahogarme, en ataques momentáneos con un cosquilleo insoportable en la laringe que me obligaba a una tos convulsiva, que tomaba todo mi aliento; solo excitando el vomito con mi dedo regresaba el aliento, con otros síntomas mórbidos severos, respiración muy corta, (sin constricción del pecho) una falta total de apetito y sed, aversión al tabaco, dolor y cansancio de todos los miembros, somnolencia constante, la imposibilidad de seguir mi vocación, y un presentimiento de muerte, todo el vecindario me manifestó un amor tan grande que me sentí avergonzado, a través de sus preguntas frecuentes en cuanto a mi salud. Solo a partir de los últimos 4 días me sentí salvo. Primero por la doble olfacción de Coffea cr. X-o, después de Calcarea; también Ambra contribuyo en su participación. Y así, el supremo protector de todo lo que es verdadero y bueno me dará tanta más vida como le parezca mejor a su sabiduría. ***
Lamento con todo mi corazón, que usted haya estado tan enfermo, y *** (*) Ahora si desea un consejo adicional para la restauración de la actividad de sus intestinos, llamaría su atención a CONIUM, y a LYCOPODIUM, y a tomar caminatas diariamente al aire libre. Me alegro de ver que con tu ejemplo has hecho justicia ala eficaz THUJA
*** Yo agregare aquí que unos cuantos días después de haber enviado mi carta en la que tampoco había pedido su consejo ni hablado de cualquier tratamiento adicional había tomado el medicamento LYCOPODIUM como homeopáticamente indicado y así también unos ocho días antes de recibir la carta de nuestro Hahnemann, CONIUM, cada uno en dosis mínima y única y nada más en absoluto, y el próximo año tome de nueva cuenta una dosis única (mínima) de LYCOPODIUM, después de lo cual todo rastro de esta dolencia desapareció para siempre.
¡Qué gran cantidad de experiencia y observaciones se requerían, junto con un raro poder divino, con el fin de adelantar (en una enfermedad que solo había sido comunicada en cuanto a sus características principales y en cuanto a la mera mención del primer remedio utilizado) dos remedios que solo posteriormente, a través de sus síntomas eran tan claros y determinadamente indicados como homeopáticamente apropiados, tanto que todos los otros remedios no podrían entrar en la competencia, y en el resultado ya se había mostrado la exactitud del consejo antes de habérseme dado a conocer!
C. V. Boenninghausen.
2) El segundo caso se refiere a mi hijo mayor, nacido el 15 de Septiembre 1814, y al refrendario presente con el gobierno Real aquí.
Pocos meses después de su nacimiento apareció en su rostro una erupción como costra láctea que aumento rápidamente y pronto se cubrió con una gruesa costra, como es costumbre de aparecer en esta erupción en su peor forma. Al mismo tiempo la madre estaba afectada de una mama ulcerada, que paso a supurar y que solo fue de manera imperfecta restaurada después de un tiempo considerable.
A pesar de mis repetidas y urgentes advertencias –ya que yo estaba familiarizado con varios casos donde las consecuencias perjudiciales habían aparecido debido a la forma alopática de suprimir tales erupciones, varios médicos buenos y hábiles recomendaron varios remedios “infusiones de hierbas purificantes de la sangre” “inocentes ungüentos de cremas y aceites” “purgantes para matar los gusanos” “Baños para el fortalecimiento de la piel” etc., todo esto fue propuesto y algunos de ellos aplicados sin mi conocimiento.
Obstinada como la erupción se mostró a sí misma, tenía al menos que ceder a tan múltiples ataques, para la alegría de la madre, Pero esta alegría no duro mucho.
Unos cuantos meses después de la desaparición de la costra láctea y cuando los lugares que habían permanecido rojos por mucho tiempo habían por fin comenzado a tomar su color natural aparecieron por primera vez ataques leves pero gradualmente más severos de disnea, tanto que al cabo de medio año alcanzaron tal limite que durante los 8 o 14 días de los varios ataques esperábamos cada hora que fuera el ultimo. Contra esta dolencia, que ponía en peligro la vida tan seriamente, se busco ayuda cercana y lejos, con médicos celebres y sin fama alguna pero no se obtuvo nada. Los ataques siempre regresaban de la misma manera y aun que en años posteriores solo aparecieron cada 4 u 8 semanas, duraban 6 u 8 y a menudo mas días durante los cuales el paciente solo podía respirar mientras estaba sentado y con gran dificultad, que le obligaban a una transpiración pegajosa. Luego sería incapaz de hablar o moverse en absoluto sin que se agravara la convulsiva asma (como los médicos lo llamaban) y tenía que pasar la totalidad de los 8 días sentado en una silla, con la parte superior del cuerpo inclinada hacia adelante, casi en su totalidad sin dormir. Mientras que yo me encontraba afligido con este problema en mi hijo, el único hasta entonces, y aun en el caso de que sobreviviera a tales ataques no podía prever nada sino un triste futuro para él, ya que este problema parecía burlarse de todo arte medico en estos tristes tiempos, el segundo infortunio cayó sobre nosotros con el hecho de que un “Escirro” se formo en el pecho de mi esposa que se había ulcerado. Todos los médicos consultados instaron a una operación urgente “con el fin de que la sangre descompuesta formada solo por el Escirro, no se extendiera e hiciera el caso incurable” yo sabía, que en efecto, la extirpación de la mama afectada no podía traer ninguna cura, pero hasta ahora desconocía la homeopatía, no savia de nada mejor que aconsejar y permití que se hiciera lo que era inevitable.
El resultado fue, como de costumbre, después de un lapso de un año y medio, yo era un viudo y el padre de un niño amenazado de muerte cada 3 o cuatro semanas.
Pase sobre un periodo de varios años, durante los cuales contraje matrimonio por segunda vez, me convertí en padre de varios niños y había entrado en circunstancias que me permitieron consultar a muchos otros médicos alópatas para la condición asmática de mi hijo que se había mantenido sin cambios, pero sin ver el menor resultado.
Finalmente en el año 1822 fui tan afortunado no solo al escuchar de las excelencias y logros de la homeopatía, sino también por verme a mí mismo salvado de la muerte, ya había sido abandonado por distinguidos médicos alópatas. Pero había una falta total de homeópatas, los alópatas mostraban una oposición decidida y obstinada contra la homeopatía de la cual no entendían nada, y después de vanos esfuerzos repetidos a inducir a cualquiera de los antiguos médicos a tomar el estudio del nuevo método, no quedaba otra cosa más que meter mi mano en el asunto y dedicar todas mis horas de ocio al estudio de esta difícil ciencia, para lo cual yo estaba mejor preparado que la mayoría de los demás que no habían elegido el arte de curar como profesión, a través de mis estudios en historia natural que había llevado con preferencia desde mi juventud y con un conocimiento bastante preciso de la vieja escuela médica, ya que yo había asistido a la mayoría de las cátedras en la universidad.
Finalmente se acerco el tiempo en el que mi hijo iba a asistir a la universidad, y desde que unos cuantos remedios de corta duración de acción que yo le había dado tentativamente, por así decirlo, no tuvieron éxito, y la enfermedad se mantuvo en sus límites habituales, y yo me convencí totalmente de que la curación solo podría llevarse a cabo a través de un cuidadoso y continuo tratamiento, decidí esperar hasta que el volviera al seno de nuestra familia y yo mismo a la vez ampliado mi conocimiento en la homeopatía tanto que pudiera estar salvo de error.
Cuando finalmente el momento se acercaba, fue justo el momento en el que la desgracia, (no puedo llamarlo de otra manera), de las dosis grandes y repetidas se había desatado en Alemania y también se había apoderado de mi. “De hecho tengo que llamarlo, una verdadera desgracia para mi” pues a pesar de haber seleccionado el medicamento adecuado que fue PHOSPHORUS no solo no observe resultados de las dosis de las bajas potencias que repetí cada 8 días, sino que se presentaron agravaciones considerables y la aparición de síntomas propios de PHOSPHORUS nunca antes presentados por mi hijo. De estos últimos solo debo mencionar (contando por la segunda edición) numero: 10, 17, 21, 44, 87, 190, 105,118, 141, 147, 245, 300, 390, 455, 580, 625, 665, 668, 931, 933, 950, 971, 1009, 1012, 1032, 1034, 1075, 1084, 1126, 1140, 1140, 1153, 1202, 1303, 1210, 1221, 1225, 1226, 1232, 1252, 1266, 1508, 1530, 1555, 1615, 1670, 1685, 1686, 1725, 1753, 1781, 1791, 1822, 1823 y 1886, y al mismo tiempo debo comentar que los síntomas del pecho ahí aducidos no se encontraban presentes antes de este tiempo fuera de los periodos del asma, o solo de una forma muy tenue, pero ahora ellos continúan sin interrupción.
Fui lo suficientemente insensato para continuar de esta manera, y solo entonces note el gran error que había hecho. Cual amargo arrepentimiento podría yo haber librado si un amigo alertándome hubiera estado a mi lado!
Familiarizado con los puntos de vista y enseñanzas de Hahnemann que continuo en la estrecha intimidad conmigo, no me había atrevido a decirle primero, y después todavía estaba yo menos dispuesto a hacerlo. Toda la enfermedad de mi hijo fue por mi culpa agravada y los ataques que ahora regresaban por la mas mínima causa, más frecuentes y más violentos que nunca antes, incluso fuera del tiempo habitual, cosa que agitaba mi mente más severamente, pudieron haber contribuido a hacerme reconocer mi culpa prontamente. ¿Puede acaso la benigna providencia proteger a todo homeópata de tal remordimiento, como yo tuve que sufrirlo en ese tiempo?
Dosis repetidas de COFFEA y NUX VOMICA y más tarde de IPECA, CHIN, VERAT, y ARSENICUM, todas aportaron algo, pero solo un poco, y muchos meses pasaron antes de que todos los síntomas concomitantes que con anterioridad no se habían manifestado desaparecieran y de nuevo, el antiguo asma se quedo ahí de nuevo en su antigua forma. Cuando esta condición por fin apareció, deje a mi hijo por tres meses sin ninguna medicina, y solo después de que este periodo había pasado comencé el tratamiento de nuevo, el cual inicie con una pequeña dosis de SULPHUR 60 por 4 semanas y una dosis de NUX VOMICA 30 por 14 días (solo dos glóbulos de cada una).
Entonces tome de nuevo la imagen exacta de la enfermedad, que coincidió exactamente con la que había tomado un año antes, una señal segura, no solo fue que PHOSPHORUS se indicaba ahora como con anterioridad, sino que también PHOSPHORUS no había provocado mejoría en aquellas dosis grandes repetidas las cuales yo había administrado con anterioridad. No sin temblar y temiendo una acción muy violenta, le administre inmediatamente después de un ataque de clase usual una pequeña dosis de PHOSPHORUS 30 dos glóbulos del tamaño más pequeño, y el resultado mostró que mi aprensión no había sido sin fundamento después de cinco días la primera acción violenta de la antigua dolencia y también de los síntomas de PHOSPHORUS todos aquellos en cursiva (ej.), en los números; 21, 100, 105, 118, 245, 625, 933, 971, 1202, 1203, 1210, l221, 1225, 1226, 1232, 1252, 1686 y 1791 y varios de los otros reaparecieron. Aun así esta agravación homeopática no duro mucho tiempo e inmediatamente después una mejoría visible se estableció, que con tan solo unas pocas interrupciones que duraron solo unas pocas horas y con una disminución de la duración y violencia de los ataques asmáticos habituales se prolongo durante más de tres meses.
Así PHOSPHORUS que a dosis excesivas (aunque en comparación con las dosis alopáticas recetadas son de inaudita minuciosidad) había hecho tan gran y duradero daño, aun era el verdadero remedio homeopático adecuado y probó sagazmente lo que el padre de la Homeopatía ha enseñado en el primer volumen de su libro sobre; “Enfermedades Crónicas” página 149, para tales casos.
Ahora solo añadiré en unas pocas palabras que PHOSPHORUS se mantuvo hasta el final de este tratamiento el único remedio indicado y el único en promover la curación. Esto se continuo, después de tres o cuatro meses, una dosis tan mínima que se había dado, con algunas dosis interpuestas de NUX VOMICA y HEPAR SULPH CALC, cada una en tan alta atenuación y en dosis tan pequeña. Después de un año y medio tuve la gran alegría de ver a mi hijo tan completamente curado de su enfermedad asmática del pecho, aunque la alopatía no había sido capaz ni de tocarlo y esta curación es tan perfecta y permanente que en la actualidad no puede verse ni el menor rastro de ella.
C. V. Boenninghausen.
3) El 22 de Abril de 1849, Colon Bredeweg, de Amelsbueren, a cinco millas de aquí se invoco mi ayuda para una camada de ocho pequeños cerditos que fueron súbitamente presa de una erupción que en un corto tiempo mato a varias camadas en el vecindario, y se parecía a la llamada “Fuego de Antonio.”
Yo a la vez, di (1) SULPHUR (2) SEPIA y (3) ARSENICUM, CADA UNO A LA 200 POTENCIA cada polvo a ser disuelto en medio litro de agua agitado vigorosamente y cada cerdo a recibir una cucharadita.
Número 1 debía ser dado de inmediato.
Número 2 después de seis horas.
Número 3 en doce horas.
Cuando el hombre llego a casa un cerdo ya avía muerto, pero a los otros siete los trato como le indique y al siguiente día los siete estaban bien de salud. En Abril 29, 1849, un cerdo estaba enfermo de la misma manera y Bredeweg corrió hacia mí por ayuda.
Los mismos remedios fueron dados bajo los mismos intervalos, pero solo dos glóbulos de cada uno, ayudaron rápido y completamente. Estos dos resultados muestran en conclusión las mismas observaciones hechas con hombres en animales, que LA DURACIÓN MAS CORTA O MAS LARGA DE LA ACCIÓN DE UN REMEDIO DEPENDE TANTO DE LA NATURALEZA DE LA ENFERMEDAD COMO DE LA PECULIARIDAD DEL REMEDIO. Y que también LAS ALTAS POTENCIAS PUEDEN SER USADAS EN LAS ENFERMEDADES MAS AGUDAS SIN NINGÚN TEMOR DE QUE LA ACCIÓN CURATIVA APAREZCA MUY TARDE.
C. V. Boenninghausen.
4) Un gran y fino Bull-dog de Burgess Boening cercas de Drensteinfurth, que fue mordido por un perro que probo estar rabioso. Como de forma usual, le di al propietario que sentía gran aprecio por el perro, un número de polvos 1, 3 y 5, BELLADONA, 2 HYOSEAMUS, 4 STRAMONIUM, todos a la 200 potencia para darse cada tres días EN ORDEN OPORTUNO, un polvo disuelto en agua agitándolo, el cual podría ser mejor afectado en una pequeña botella.
Este hombre entusiasta en su bien hacer, como posteriormente me entere, agitaba el polvo cada vez vigorosamente por cinco minutos y más aun, y después se lo daba al perro con dulce de leche hervida cual se le había permitido al enfriarse. Después de cada uno de estos polvos el perro se veía muy triste por todo el día, después del último no quería comer más, aunque aun estaba dispuesto a beber agua. Al tercer día después de tomar el quinto polvo murió, PERO SIN PRESENTAR NI UN SOLO SIGNO DE HIDROFOBIA.
Después de dos semanas di los mismos remedios, para ser tomados de la misma forma a un gran Mastín en Heithorns Kolonet en el pueblo de Hittrup, y como por decreto providencial para impresionar la lección impartida por el ejemplo anterior también en este caso el agitar la medicina en agua se llevo a cabo al exceso.
En consecuencia el resultado fue el mismo. Después del último polvo el perro se vio muy enfermo y se acercaba a la muerte, al segundo día finalizaron sus sufrimientos con una bala. Tampoco este perro mostró síntomas de hidrofobia antes de su muerte. Debe ser notado que he dado el MISMO REMEDIO en las mismas dosis y en la misma forma a un gran número de animales de diferentes especies caballos, vacas, cerdos, y perros pequeños de igual forma a hombres que han sido mordidos, sin haber producido problema alguno ni la HIDROFOBIA apareció en alguno de ellos.
Pero por lo que yo sé, y puedo descubrirlo por la investigación en ninguno de estos casos se aumento la potencia por el exceso de agitaciones como en los dos casos citados arriba.
C. V. Boenninghausen.
5) Francis Schl., en H., granjero robusto,58 años de edad, seis días antes una sirvienta que había sido tratada alopáticamente, por fiebre tifoidea, había muerto en su casa, y una segunda chica tratada de la misma manera se mantenía acostada enferma,(murió algunos días después).
Por varios días se ha sentido mal, y se queja de dolores desgarantes en los miembros agravados al anochecer y cundo está descansando. Plenitud y zumbidos en la cabeza hasta ahora ha aumentado al aire libre y al moverse con moderación, por la mañana un sabor amargo en la boca, malos efectos de vegetales y grasas al anochecer, nada de sed, al anochecer escalofrió, sofocado e inconfortable en una habitación caliente, heces duras, solo se expulsan fácilmente por café, anteriormente había sufrido de problemas de estomago, (debido a la intemperancia) y había usado mucha medicina por lo mismo. También ahora él había tomado medicina una vez pero la agravación y muerte de su sirvienta finalmente lo condujeron a refugiarse en mí.
Marzo 21, 1853-. 1, PULSATILLA 200, 2, SACARIS LACTUM, 3, BRYONIA 200, una dosis cada otro atardecer.
Marzo 30- se ha sentido bien después de estas medicinas, pero ayer después de comer mucha ternera, jamón, cerveza y brandy, tuvo una recaída y ahora tiene cólico, escalofríos, y violentos dolores en las extremidades:
1, IPECAC. 200
Marzo 31- Peor, gran angustia, inquietud, constipación, cólico, escalofríos: 1, PULSATILLA, 2, 4, SACARIS LACTUM, 3, ARSENICUM 200, una dosis cada doce horas.
Abril 2- angustia de muerte, y heces duras y nudosas al anochecer todo está peor, 1, SULPHUR, 2, 4, SACARIS LACTUM, 3, ARSENICUM 200 una dosis cada doce horas.
Abril 5- está mejor, pero para mejorar su defecación ha bebido café de nuevo, y la noche pasada empeoro de nuevo con gran angustia y alternancia de escalofríos y calor, no pudo dormir nada, heces duras nudosas, 1 RHUS, 2, 4, SACARIS LACTUM 3, BRYONIA una dosis cada doce horas.
Abril 7- Muy mejorado, por la mañana todavía siente presión en el abdomen, mejorada por el movimiento, siente calor después un escalofrió, 1, RHUS 200, 2, 4, SACARIS LACTUM, cada doce horas.
Abril 11- Casi curado, Aun transpiración y debilidad pero no se queja de alguna otra cosa mas 1-4, SACARIS LACTUM, por lo que no puede rendirse a su habitual intemperancia, desde entonces ha estado muy bien.
C. V. Boenninghausen.
6) Anton SchI., In H., quince años de edad, también infectado con fiebre tifoidea por cinco días a tenido cólicos peor temprano en la mañana, al anochecer dolor de cabeza en la frente, agravado por el movimiento, muchos escalofríos, cara de un rojo profundo, aversión a la carne, calor seco, tos por la mañana con mucha expectoración, heces normales, vértigo violento tanto que no puede permanecer de pie.
Marzo 23, 1853- 1, BRYONI 200, 2-4, SACARIS LACTUM, cada 24 horas.
Marzo 27- La mejoría se ha establecido, mucho sueño al anochecer en cama dolor de cabeza, mejillas rojas, mareo en la cabeza, peor por la tarde, sin tos, 1, RHUS 200, 2-4, SACARIS LACTUM, cada otra tarde.
Abril 3- no siente nada mas de su antigua dolencia, no mas cansancio, presenta un apetito insaciable, 1, PULSATILLA 200, 2, 4, SACARIS LACTUM cada otra tarde.
AL SEGUNDO DÍA TODO SE ENCONTRABA NORMAL.
C. V. Boenninghausen.
7) Heinrich SchI, en H., cuatro años de edad también el hijo pequeño del granjero, (numero2) ahora cae enfermo, pero de una forma diferente, por más de seis días, cada tarde de 3 a seis de la tarde severo calor seco con sed violenta pero sin deseo de beber , seguido de un sueño profundo, toda la noche delirio, a menudo pide comida, pero rechaza lo que se le trae, cansancio repentino y postración durante la fiebre, gran disnea, y sorprendente aliento caliente, heces suaves, no sudoración nocturna, generalmente piel caliente y seca.
Junio12, 1853- 1,PHOSPHORUS 200, 2, 4, SACARIS LACTUM una vez al día, convalecencia inmediatamente seguida y nada mas fue necesario.
C. V. Boenninghausen.
8) Wilhelm A. en H, 20 años de edad ha estado enfermo por dos semanas y ahora se encuentra confinado a la cama, al comienzo había cansancio y rigidez dolorosa del cuello (un acostumbrado síntoma en la incipiente fiebre tifoidea) ahora, también tiene dolores intolerables en la cabeza y en el abdomen y punzadas del lado izquierdo del pecho, agravadas por el más leve movimiento y al anochecer todos los síntomas se encuentran peor, mucha sed, copiosa transpiración nocturna, desde hace 15 años ha sufrido de una severa erupción en el cuero cabelludo, cual se ha secado de repente, desde entonces se ha presentado delirio.
Agosto 7, 1853, 1, BRYONIA 200, 2, 4, SACARIS LACTUM, cada doce horas.
Agosto 9, El cólico, el dolor lancinante del lado izquierdo y el delirio habían desaparecido, el dolor de cabeza continúa pero está un poco mejor y empeora al moverse, alrededor del medio día hay un olor agrio en la transpiración, olor agrio, heces diarreicas, inquietud mientras esta en cama.
1, RHUS 200,, 2, 4, SACARIS LACTUM, cada doce horas.
Agosto 11, mejoría en todos los síntomas, sed moderada, la transpiración y la diarrea han desaparecido pero aun hay gran debilidad y falta total de apetito. 1, SULPHUR 200, 2, 4, SACARIS LACUM, cada doce horas.
Agosto 14, mejoría, también la cabeza se encuentra un poco húmeda de nuevo, pero de nuevo se presento diarrea y cólico mientras descansa, y gran debilidad, el pulso se encuentra acelerado en la mañana pero lento de nuevo al anochecer1 1, ARSENICUM 200, 2, 4, SACARIS LACTUM, cada 24 horas.
Agosto 20- Aun mejor, algo de malestar por las mañanas, el apetito se encuentra bien, 1, NUX VOMICA 200, 2, 4, SACARIS LACTUM, cada dos días, después de esto tuvo buena salud en efecto mejor que hace 4 años.
C. V. Boenninghausen.
9) Gertrude K, en H, 22 años de edad estuvo en su casa donde hubo múltiples personas con fiebre tifoidea y FUE INFECTADA DESDE HACE UNA SEMANA, violentos dolores desgarantes en las extremidades agravados al anochecer y por cada movimiento, dolor de cabeza al moverse y al levantarse, violenta sed por la noche, no diarrea, desgarante en el abdomen, transpiración copiosa mientras duerme, por algún tiempo ella ha tenido una erupción en el lado de la nariz, fuerte fiebre.
Agosto 24, 1853- 1, ACONITUM, 2 BRYONIA 200, 3, 4, SACARIS LACTUM, cada 24 horas.
Agosto 29- La vi con mucha confianza en una mejoría considerable, pero fui decepcionado en mi expectativa:
DIFÍCILMENTE ALGO MEJORO, Y QUEJAS NUEVAS SE PRESENTARON.
Ahora no había heces, nada, el cólico muy violento, ruidos fuertes en el abdomen, especialmente después de beber agua, la fiebre muy fuete aun. 1, PHOSPHORUS 200, 2, 4, SACARIS LACTUM, cada 24 horas.
Septiembre 3- Sin éxito alguno, ahora además del cólico violento había vomito al anochecer, tan pronto como se levantaba, pero simplemente masas de agua no de ingesta, se vomitaban, 1, SULPHUR, 2, 4, SACARIS LACTUM, 3, ARSENICUM 200, cada 24 horas.
Septiembre 10- Tras esto se presento una gran y decidida mejoría, en todos los síntomas, tanto que ella se consideraba curada, pero durante los últimos días, especialmente durante la mañana y al moverse había mareo y cólico 1, NUX VOMICA 200, 2, 4, cada dos días.
Septiembre 30- Desde entonces se había sentido bien hasta hace dos días cuando ella noto una erupción en su cara y especialmente sobre la boca, sed en la mañana y frecuente vomito de la ingesta. CALCAREA CARB 200, 2, 4, SACARIS LACTUM, cada dos días DESDE ENTOCES SE HA SENTIDO PERFECTAMENTE BIEN.
C. V. Boenninghausen.
10) Heinrich D. en H. 24 años de edad, se encontraba ahora también incautado pero no fue disuadido por la muerte de su hermana (causada por ella misma) para buscar mi ayuda.
Por la mañana y al anochecer diarrea, precedida por cólicos, dolores en la cabeza, cuello y omoplatos, agravados al anochecer y por todo movimiento, al anochecer un escalofrió violento, poca sed en el día pero más al anochecer después de acostarse, de noche sueños y delirio.
Agosto 24, 1853- 1, BRYONIA 200, 2, 4, SACARIS LACTUM, cada 24 horas.
SEPTIEMBRE 1- mejoría incipiente, aun hay cólicos, pero menos diarrea, transpiración de olor agrio dolor en el brazo derecho y hombre derecho, (sobre lo cual no pude encontrar más particulares) 1, RHUS 200, 2, 4, SACARIS LACTUM , cada 24 horas.
Septiembre 5- Los dolores en el brazo derecho y hombro se encuentran peor cuando se recuesta sobre ellos en la cama, ahora también hay diarrea temprano por la mañana y al anochecer, sed por la mañana, 1, KALI CARBONICUM 200, 2, 4, SACARIS LACTUM, cada 24 horas, SEGUIDO DE COMPLETA RECUPERACIÓN.
Nota al pie de pagina: (1) No conozco otra señal que apunte más decididamente a ARSENICUM que la mencionada arriba o algún otro remedio que muestre tan definitivamente estos síntomas característicos.
C. V. Boenninghausen.
Comments